Este concepto “fukoto” ha sido acuñado para describir un nuevo escenario que cada vez se encuentra alcanzando a más niños: ausentismo, fobia o negación a ir a la escuela.
Para el Ministerio de Educación en Japón, “futoko” son los niños que no asisten a la escuela por más de 30 días por motivos que no se vinculan ni a cuestiones económicas, ni familiares, ni de salud.
Cabe destacar que, hasta el año 1992, este tipo de conductas de absentismo escolar era considerado como ‘tokokyoshi’, traducido como resistencia. Aunque pareciera exagerado, esto se consideraba una enfermedad mental.
Para el año 1997, se decidió cambiar la terminología, tomando como nuevo concepto la palabra ‘fukoto’, que representa algo más neutral y cuyo significado es ausentismo.
El pasado mes de octubre, el gobierno japonés confirmó que el ausentismo en los alumnos de escuelas tanto primarias como secundarias había alcanzado niveles récords. En el año 2018 se registraron al menos 164.528 niños que se ausentaron por más de 30 días. Cabe destacar que se trata de una cifra que va en aumento, ya que en el año 2017 el número de alumnos registrados que no asistían a clases alcanzaba los 144.031 casos.
El motivo de este escenario puede deberse al impulso y fomento de escuelas alternativas, un movimiento de escuela libre que se ha dado origen en Japón a partir de los años 80. Este tipo de educación ha surgido como respuesta al aumento considerable de niños futokos.
De hecho, por ejemplo, a juzgar por las cifras, la cantidad de estudiantes que han ingresado a escuelas alternativas ha ido en aumento con el pasar de los años. Para el año 1992, el número de estudiantes era de 7.424 y para el año 2017, se tradujo en un total de 20.346 alumnos.
A partir de la presencia de escuelas alternativas, la enseñanza se caracteriza por una base de los principios de libertad e individualismo. Y, si bien configuran una opción distinta y contrastante tanto con la educación obligatoria como con la educación en el hogar, su diferencia más marcada con ellas es que no ofrecen una cualificación estándar como se acostumbra en gran parte de las instituciones del mundo.