Ante la inacción de las autoridades para atender los daños estructurales acumulados en la iglesia de la Santa Veracruz, a causa de los sismos de septiembre de 2017 y el incendio que invadió el templo en agosto del año pasado, un ciudadano interpuso un amparo que obligaría al INAH a emprender labores de inmediato.
El recurso, del que ya el juez otorgó una suspensión definitiva, se radicó ante el Juzgado Decimosexto de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México (exp. 12/2021).
"Ya no es si quieren y pueden, ya hay un mandato judicial y se tienen que poner a trabajar en el INAH. Entendemos que el tema del dinero es muy escaso, pero algo se tendrá que hacer; el dinero tendrá que salir de algún lugar", señaló en entrevista Álvaro Rocha Arrieta, ciudadano que interpuso el amparo.
En el dictamen elaborado por el INAH el 8 de septiembre de 2020, tras el incendio del 30 de agosto, desatado por un grupo de indigentes que ingresaran al templo y prendieron una fogata, se advirtió sobre la gravedad de los daños del campanario sur y urgió a su desmontaje.
"El notorio incremento de los daños en ambos cuerpos y, consecuentemente, en el cupulín de remate, se consideran irreversibles e irreparables, por tanto, es imprescindible su desmontaje inmediato", determinaron especialistas tras dos inspecciones al templo ubicado sobre Avenida Hidalgo, frente a la Alameda Central.
Una acción prioritaria que sigue en promesa, a pesar del anuncio público al respecto por parte del titular del INAH, Diego Prieto, y la Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto.
Antonio Mondragón, director de Apoyo Técnico de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del Instituto, reconoció que ni el apuntalamiento ni el desmontaje del campanario se han ejecutado.
"No se ha repuesto (el apuntalamiento del campanario) porque no había recursos", señaló en entrevista. "Es una maniobra muy compleja por la altura; por la propia condición de inestabilidad de la torre no es tan sencillo reponer ese apuntalamiento. No lo hemos podido realizar. Es parte de lo que se hará con el recurso que vaya pagando la aseguradora".
Con Agroasemex, la aseguradora, se concilió un monto de 5 millones 220 mil pesos para resarcir los daños.
La maniobra de desmontaje del campanario sur requerirá del uso de una grúa desde la vía pública y afectaría la circulación peatonal y, quizá, vehicular.
Entrevistado a principios de este mes, Mondragón dijo que entonces trabajaban en la propuesta técnica y calculó que en tres semanas podrían reanudar los trabajos en el inmueble, con atención prioritaria a la torre del campanario sur.
El dictamen determinó que dicho campanario es más vulnerable a "que se produzca un mecanismo de colapso" ante un "sismo, presiones ejercidas por la acción del viento y las vibraciones ambientales por el tránsito vehicular".
Mondragón aseguró que, de manera inmediata después del siniestro, se efectuaron trabajos de emergencia, como el retiro de los apuntalamientos preventivos quemados, instalados a raíz del 19S; el resguardo de las campanas de la torre sur, además de pinturas, esculturas y ornamentos de yesería.
Dijo que se repusieron los apuntalamientos en el sotocoro y coro y se colocaron mallas de protección para evitar el ingreso de personas al templo.
Aunque, añadió Mondragón, habrá que intervenir la torre norte y los muros laterales de la nave, que también presentan afectaciones estructurales.
"Lo más delicado y apremiante es el campanario sur", reconoció.
En el dictamen se detalla la destrucción causada por la acción directa y prolongada del fuego, el aire caliente y el humo producto de la combustión de grandes cantidades de madera, al arder apuntalamientos auxiliares, la escalera al interior de la torre y el órgano monumental, dañado en un 95 por ciento.
Así como por las grandes cantidades de agua y productos químicos empleados para sofocar las llamas.
Entre los diversos daños refiere la pérdida por combustión directa del 70 por ciento de los elementos de madera del apuntalamiento auxiliar del arco del coro, que aunado al deterioro de los morteros de unión y los sillares de cantería, le restan capacidad de resistencia.
Sin embargo, el dictamen también establece que los daños son reparables en su mayor parte.
La Santa Veracruz acumula daños desde los sismos de 2017, que implican atender su cimentación.
A través del mecanismo de transparencia, el INAH informó que para ello se destinarían 14 millones 585 mil pesos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden).
Según Mondragón, los recursos no se han ejercido porque el Instituto estaba en la integración del proyecto para contratar las obras cuando sucedió el incendio.
"Cambian las condiciones físicas del edificio y es necesario replantear también el proyecto de intervención. Ésa es la razón por la cual no se ejercieron, pero están ahí, radicados en el Fonden".