El pasado 24 de agosto, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) localizaron una escultura de atlante durante las labores de trazo y prospección del camino que conducirá a Chichén Viejo, sección de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, Yucatán, que abrirá al público a principios del próximo mes.
Durante la conferencia mañanera, Diego Prieto, director general de dicha dependencia, explicó que la pieza está asociada a un complejo habitacional y se suma a una serie de elementos que demuestran que existió una importante base común entre la cultura de los mayas de Chichén Itzá y las pertenecientes al centro y noroeste de México central en los periodos Clásico Terminal y Posclásico Temprano (800-1200 d.C.).
El personaje masculino, detalló, aparece con los brazos alados, en acción de sostener un objeto. Es representado con un rico atavío compuesto por una cinta cefálica; un pectoral compuesto de cuatro hileras de cuentas de jade; orejeras largas; y brazaletes.
Asimismo, destaca por los rasgos de su rostro, los cuales lo vinculan, estéticamente hablando, a evocaciones huastecas.
Debido a sus dimensiones, 90 centímetros de altura y 45 centímetros de ancho, Prieto señaló que estas atlantes formaban parte de los altares sosteniendo bloques de piedra esculpidos en forma de mesa, elementos ubicados sobre estructuras ceremoniales.