Este próximo domingo 9 de abril se celebrará el Domingo de Pascua, una festividad cristiana que conmemora la resurrección de Cristo. Sin embargo, más allá de su aspecto religioso, este evento, llevado a cabo en México y otras partes del mundo, también incluye la tradicional búsqueda de huevos, que desde hace siglos representa la vida, la fertilidad y la renovación.
Origen
El origen de los coloridos huevos de Pascua se remonta a las antiguas culturas paganas, que celebraban la llegada de la primavera y el renacimiento de la vida.
Dichas civilizaciones catalogaron al huevo como un símbolo de la vida, la fertilidad y la renovación, además de utilizarlo en sus rituales para atraer la buena suerte y la prosperidad.
Significado actual
Tiempo después, con la llegada del cristianismo, la iglesia retomó muchas de las prácticas paganas, y fue así como los huevos de Pascua se relacionaron a la resurrección de Cristo y la renovación de la vida. Según la tradición cristiana, los huevos de Pascua representan el sepulcro vacío de Cristo después de su resurrección.
Decoración
Indudablemente, los huevos de Pascua no serían los mismos sin sus llamativos colores y decoración, los cuales fueron adoptados por toda Europa durante la Edad Media.
En aquellos tiempos, los huevos eran diseñados con imágenes religiosas y símbolos cristianos. No obstante, países como Alemania y Austria implementaron la costumbre de regalar huevos de Pascua, decorados a mano, para amigos y familiares.
¡A esconderlos!
Al igual que la decoración, la actividad de esconder huevos de Pascua se remonta a la Edad Media, cuando los niños solían buscarlos ya sea en el jardín o en el campo.
Como dato curioso, Francia y Bélgica acostumbran celebrar carreras de huevos de Pascua, las cuales consisten en que los niños compitan para ver quién puede rodar el huevo más lejos sin romperse