Villa, entre el mito y la historia.
El 20 de julio del presente año, nuestro país conmemora el primer centenario luctuoso de Francisco Villa. Hasta el momento su figura sigue siendo objeto de debate entre una leyenda blanca que lo tiene por héroe mítico y una leyenda negra que lo ve como asesino sin proyecto. Cualquier historiador que se aprecie de ser serio sabe que reunir material que solamente sustente sus prejuicios no es hacer Historia, hace falta una profunda reflexión, análisis e introspección sobre el personaje o proceso histórico, así como un amplio cuestionamiento de nuestras fuentes reunidas.
Independientemente de las aversiones y admiraciones que uno sienta por el caudillo, es innegable que Pancho Villa es en sí un personaje trascendental en la historia mexicana y un ícono de la cultura popular. Su figura fue muy importante en el proceso revolucionario debido a sus acciones políticas, sociales y militares. El día de hoy y a 100 años de su asesinato, presentamos en este día “cinco datos sorprendentes sobre Pancho Villa”. Lo anterior basado en innumerables fuentes y documentos sobre la vida del Centauro del Norte.
1.- No bebió ni una sola gota de alcohol
Gracias a diversos biógrafos sabemos que Pancho Villa no degustaba bebidas alcohólicas, durante sus años como revolucionario sabemos que fue 100% abstemio. A Pancho Villa no sólo le disgustaba el alcohol, Villa entendía que era uno de los principales vicios y males del país. Cuando sus fuerzas tomaron Ciudad Juárez, Villa mandó a clausurar las bodegas de alcohol y destruir sus garrafas y contenedores. Asimismo decretó la ley seca en Chihuahua y Torreón, e incluso llegó a castigar severamente a los oficiales que sorprendía borrachos. Villa rompía de esta forma con el estereotipo de caudillo mexicano ya que su bebida favorita no se encontraba en la cantina sino en otros establecimientos.
2.- ¡Le gustaban las malteadas!
Entonces, si no bebía una sola gota de alcohol, ¿qué le gustaba al líder revolucionario? Aunque nos sorprenda, muchas fuentes afirman que Pancho Villa era fanático de las malteadas de fresa, los helados y las golosinas. Lo anterior lo sabemos gracias al libro Pancho Villa. Recuerdos íntimos de personas que lo conocieron escrito por Nina Kyriakopoulus, esposa del empresario Theodhorus Kyriakopoulus comerciante griego que después se convirtió en benefactor y compadre de Pancho Villa. Sabemos además que Villa cruzaba la frontera mexicana para ir a la Confitería Élite, en El Paso, Texas, en dicho establecimiento degustaba las deliciosas malteadas que tanto le fascinaban. También el Centauro del Norte degustaba palanquetas de cacahuate, ¡llegando a comer él solo hasta medio kilo!
3.- ¿Su verdadero padre era un hacendado?
Su nombre real, de acuerdo a su fe de bautizo y acta de nacimiento, era José Doroteo Arango Arámbula, originario de La Coyotada, un caserío ubicado en el municipio de San Juan del Rio, Durango. En dichos documentos registran como sus padres a Agustín Arango y Micaela Arámbula; sin embargo, recientes investigaciones aseveran que esto puede quedar en duda. Hace tiempo, Adolfo Carrasco Vargas, primer cronista de Hidalgo del Parral, afirmó que la paternidad de Villa puede ser atribuida al hacendado Luis Ferman, el historiador Rubén Osorio también indagó este hecho. Si bien es cierto que los descendientes de la familia Ferman aseguran a través de la tradición oral ser parientes lejanos de Villa, hasta el momento no hay algún documento que corroboré la paternidad de Luis Ferman sobre Villa, siendo una foto del hijo del hacendado como la prueba más fehaciente ya que en ella se muestra el increíble parecido físico con Villa.
4.- Un hombre muy amoroso.
Una característica de Villa fueron sus amoríos. Diversas fuentes han tratado de investigar los idilios amorosos del héroe revolucionario, siendo el periódico El Nacional, en 1982, el primero que constató que ¡Villa tuvo 19 esposas y a todas les cumplió! Paco Ignacio Taibo II en su biografía narrativa, señala que Villa tuvo relaciones cuasi matrimoniales con 27 mujeres. Sin embargo, la tradición oral habla de más de 70 amoríos. A ciencia cierta es difícil saber la lista oficial de las esposas de Villa, aunque son 27 las mujeres que tienen un papel que corrobora una unión, ya sea civil o religiosa, con el caudillo. De las uniones anteriores, Villa reconoció a 26 hijos.
5.- Admiraba a los maestros y le importaba la educación.
Pancho Villa fue un hombre que aprendió a leer tardíamente sin cursar formalmente una escuela primaria, pese a esta escasa preparación académica, Pancho Villa era un individuo que estaba comprometido con la educación de su país y a la cual le daba una importancia fundamental en el desarrollo de la nación. En entrevista con el periódico El Universal, en 1923 Villa aseguró que “la incultura es una de las desgracias más grandes de mi raza” y que “la educación de los hijos de mi raza no debe pasar inadvertido para los gobernantes”. Cuando fue gobernador de Chihuahua, en sólo cuatro semanas mandó a construir 50 escuelas y reabrió el Instituto Literario del estado. Ya como propietario de la Hacienda de Canutillo, Pancho Villa respetaba profundamente a los maestros y les pagaba puntualmente, y a sus estudiantes les proporcionaba los útiles necesarios para el estudio. Después de la revolución, Villa supo entender que un pueblo avanza al grado de su educación.
Los anteriores son sólo algunos datos del caudillo mexicano. A 100 años de su muerte, conviene no sólo destacar estos datos sino la obra completa de Villa con base en una profunda reflexión de sus acciones y su paso por la historia de México. Polémico, admirado, odiado, respetado, venerado, desacreditado, vilipendiado o querido, Villa siempre será uno de los personajes más importantes en el imaginario social de la Revolución.
Por Juan Manuel Pedraza (El Prof. Juanito)
Para saber más.
Berumen. M. (2005) Pancho Villa. La Construcción del mito, Ciudad Juárez, Cuadro por Cuadro.
Katz. F. (2018) Pancho Villa, México, Era.
Reed. J. (2012) Pancho Villa, Mallorca, José Olañeta.
Taibo. P. (2010) Pancho Villa una biografía narrativa, México, Planeta.
Vargas. J (2018) Villa Bandolero. México, Martínez Roca.