En las cercanías de Aswan, en Egipto, los restos de ancianos, niños pequeños y bebés recién nacidos fueron encontrados al interior de una cripta familiar completamente quemada.
De acuerdo con la Universidad de Milán, el equipo de antropólogos halló un total de 30 momias con dichas características, y lo más probable es que éstas tengan, al menos, 2 mil años de antigüedad.
Tras un detallado análisis realizado sobre los restos y el espacio, perteneciente al mausoleo de Aga Khan, las tumbuas podrían corresponder al periodo ptolomeico de Egipto y revelar más información sobre los rituales egipcios de aquella época.
“Parece ser que, por su posición a lo largo de un valle de acceso a la necrópolis, este edificio se utilizó como recinto sagrado donde se ofrecían múltiples sacrificios al dios Khnum, quien fuera el dios creador y protector de las fértiles inundaciones del Río Nilo”, explica Patrizia Piacentini, profesora de Egiptología y Arqueología en la institución italiana.
Según la codirectora de la excavación, esta deidad antigua les podía garantizar la vida eterna a quienes fueran enterrados en la necrópolis; pues además de servir como tumba, lo más probable es que también fuera un sitio de sacrificios.
Los científicos llegaron a esta conclusión debido a que el lugar se encuentra mucho más elevado que otros entierros similares ubicados en la misma zona.