Seguridad en escuelas debe ser prioridad
Sin cambios reales en la FGJEM
- En el PRIANRD “hay tiro”, pero de entrada entre las dirigencias nacionales y las estatales. En el Estado de México no les gusta que a nivel federal tomen sus decisiones, sobre todo cuando unos y otros son de distinta expresión interna. Y no es que a nivel local estén contra la alianza, a pesar de los discursos. Con la disputa de la candidatura presidencial, al Grupo Atlacomulco no le hace gracia que “Alito” se encargue de las negociaciones, amén del desprestigio por las filtraciones de las últimas semanas y las pérdidas electorales durante su gestión. En el sol azteca, Omar Ortega quiere quedarse con todo y tener mano en la toma de decisiones, como lo ha venido haciendo desde que es dirigente estatal. ¿Quién ganará?
- La seguridad en escuelas del Estado de México ha dado ya varios avisos en los últimos años. Hasta el momento no se ha registrado una tragedia al interior de una escuela como las ocurridas escuelas de Estados Unidos, sin embargo, la riña que terminó a cuchilladas en una secundaria de Toluca vuelve a encender los focos rojos sobre este tema y nuevamente las autoridades y el mismo sistema escolar quedaron superados por la situación. Si bien la culpa es de los padres de familia que se desentienden de sus hijos, si es necesario que se apliquen políticas gubernamentales para evitar la introducción de armas, drogas, alcohol y objetos prohibidos a los centros educativos, porque bajo el pretexto de privacidad del alumno, se está permitiendo que los jóvenes se contaminen cada vez más y que se pongan en riesgo por situaciones que bien se pueden prevenir. Lo más probable, como siempre ocurre con estos temas, es que queden en el limbo hasta que verdaderamente ocurra algo extremadamente grave y se apliquen medidas temporales para que la opinión pública se quede tranquila hasta el siguiente suceso.
- Es difícil que el cambio de un funcionario, aunque sea el encargado de una institución, provoque por sí mismo la mejora en la operación de la dependencia a su cargo, a menos que sean esquemas compactos donde se tenga un control absoluto, sin embargo, el caso de la fiscalía mexiquense es muchísimo más complejo, no solamente por el tamaño de su estructura, sino también por el rubro del que está encargado. Por este motivo, el cambio en la FGJEM no se ha visto reflejado en lo mínimo, pues José Luis Cervantes Martínez, ocupó el cargo de fiscal mexiquense el año anterior y aún arrastran una serie de vicios que con un amplio esfuerzo podrían corregirse en varias décadas, mientras este momento llega, es necesario que los ciudadanos se preocupen más por conocer sus derechos y buscar los medios para coaccionar a las autoridades de justicia mexiquenses a realizar su trabajo, bien hecho y de forma oportuna.