La secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, informó que la carta responsiva que se solicitaba para el regreso a clases presenciales ya no forma parte del decálogo de la SEP, ni se exigirá a los padres de familia.
En entrevista con un medio nacional, la funcionaria federal aclaró que dicha carta dejó de formar parte de los protocolos ante la preocupación y molestia de algunos maestros y tutores.
Gómez Álvarez explicó que dicha carta, en la que los padres enviaban a sus hijos a las aulas bajo su propia responsabilidad, fue elaborada durante la primera etapa de la pandemia de Covid-19.
“Lo valoramos y llegamos a la conclusión que nada nos aporta, lo que podemos hacer es dar las recomendaciones verbales”, indicó la secretaria.
Gómez Álvarez también explicó que en caso de detectar un caso positivo en uno de los estudiantes, ya no se cerrará la escuela como ocurría anteriormente, sino que se aislará al menor y se hará seguimiento de los compañeros que estuvieron cerca de él.
“Eso a diferencia de lo que anteriormente se había puesto, anteriormente se decía con un caso se cierra, ahorita no, con un caso se dará seguimiento, se le da atención y se tiene el cuidado con los estuvieron cerca del pequeñito”, explicó.
Presentarán estudio
Por otro lado, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, expresó este miércoles que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) apoya el regreso a clases en el país, que despierta críticas porque ocurrirá en plena tercera ola de Covid-19.
Inlcuso señaló que representantes de la Unicef acompañarán este jueves a funcionarios de la Secretaría de Gobernación (Segob) y de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para presentar las afectaciones en los menores al mantenerse las clases virtuales.
"Mañana, por cierto, para que no haya confusión, van a estar de Gobernación, que hicieron un estudio, de la Unicef y de la SEP, para probar el daño que causa el que los niños no asistan a la escuela, fundado, con pruebas", avisó en su rueda de prensa matutina.
México no tiene clases presenciales, de forma generalizada, desde marzo de 2020, lo que ha afectado a más de 30 millones de estudiantes en el país, que tiene la cuarta cifra más alta de muertes por covid-19 en el mundo, con casi 250.000 decesos y más de 3,1 millones de casos.