La guerra existente entre grupos de la delincuencia organizada por apropiarse del territorio de la Sierra de Guerrero ha dado origen a un éxodo de familias por desplazamiento forzado, numerosas desapariciones, ejecuciones clandestinas, viudas y huérfanos en los pueblos, señalaron integrantes del Observatorio por la Paz y el Desarrollo de las Comunidades de la Sierra.
En un documento leído por Fredy Rojas, a nombre de esta agrupación, se señala que la grave situación por la que atraviesa esta región, donde están asentadas 1 200 comunidades de 15 municipios, es culpa de la desatención que por décadas han mantenido los gobiernos federal, estatal y municipales: "Hay familias desplazadas por la violencia, a las que el gobierno ayuda en un inicio con albergues cuyas instalaciones después desaparecen", dijo.
Aseguran que en las comunidades de la Sierra, los tres niveles de gobierno no tienen presencia, los servicios educativos y de salud son deficientes o no existen, las instituciones públicas no promueven la generación de empleos y tampoco existen planes de desarrollo regional ni de seguridad pública.
Indican que el crimen organizado ha promovido por décadas la economía local mediante el cultivo de amapola, convirtiéndose en la única fuente generadora de ingresos. También denunciaron que las organizaciones criminales que han dejado no sólo una estela de muerte en las comunidades de la Sierra, sino secuelas psicológicas entre la población, utilizan la mano de obra campesina por la buena o por la mala para sembrar la droga.
Criticaron que, a dos años de iniciado su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha logrado la pacificación de la Sierra y tampoco han puesto en marcha programas de desarrollo regional.
Modesto Rauda, otro de los integrantes de esta nueva organización, contó que en lo respectivo a las comunidades del municipio de Coyuca de Catalán, el programa federal Sembrado Vida sigue sin llegar a los campesinos de la zona, y recordó que han sostenido reuniones con el delegado del Gobierno federal en Guerrero, Pablo Almícar Sandoval Ballesteros, quien solamente ha hecho promesas sin cumplir: "Al delegado no le interesa lo que sufre la gente de la Sierra", afirmó.
Filiberto Cerón Radilla, también integrante del Observatorio por la Paz, señaló que ellos no están proponiendo la legalización de la amapola o mariguana. El dirigente campesino afirmó que llevan dos años gestionando ante el Gobierno federal que ponga en marcha un programa para el desarrollo de la Sierra, "pero, hasta el momento, no hemos conseguido gran cosa, porque parece ser que a nuestro gobierno no le interesa la pacificación y el desarrollo de la Sierra", sostuvo.
"En la Sierra no solamente se produce amapola. Son muchas cosas más que se pueden dar y vivir de ello, y bien; pero no podemos avanzar y llevar a cabo esos bienes y servicios lícitos mientras siga prevaleciendo la inseguridad y la delincuencia", afirmó.
Cerón señaló que la presencia de organizaciones criminales en la Sierra se debe a que gozan de la complicidad de las instituciones federales, estatales y, principalmente, municipales.
Los integrantes de esta organización piden a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, fijar una fecha para la reunión en la que se formalice el plan de paz y desarrollo para las comunidades de la Sierra guerrerense. Proponen que esta reunión se realice el próximo 24 de octubre y que en ella estén presentes Andrés Manuel López Obrador, senadores, diputados y alcaldes.