Especialistas en educación calificaron de positivo el anuncio de regreso a clases en enero en estados en semáforo verde, y aprendizajes comunitarios en color amarillo, pero llamaron a dispersar los recursos necesarios y mantener una vigilancia estricta para que las medidas preventivas se cumplan y se eviten contagios de COVID-19.
David Calderón, presidente ejecutivo de la organización Mexicanos Primero, consideró que si bien puede resultar polémico lo determinado por autoridades estatales y federales, confió en que, si se lleva de una manera ordenada, se tengan beneficios para el aprendizaje.
"En la práctica, todos (los países) que han hecho regresos escalonados: Estonia, Uruguay, Nueva Zelanda, Canadá han tenido buenos resultados. Los que han mantenido todo cerrado, hoy han afectado mucho a tus alumnos. Los que han abierto sin cuidado y de golpe, Nueva York, Francia, Italia, han tenido que volver a cerrar", expuso.
"Entonces, entre un extremo y otro, de mantener todo cerrado o abrir de golpe, estas opciones intermedias nos parecen muy positivas. El asunto es ser muy exigentes con las condiciones de infraestructura de la escuela en cuanto a que esté el agua potable garantizada, que estén garantizados los elementos de sanitización, que se hagan pruebas frecuentes a los estudiantes y sobre todo de los maestros, y que quede muy claro cuáles van a ser las alternativas de sustitución para no poner en peligro a los maestros que tienen factores de riesgo adicionales, esto que le llaman comorbilidades".
Calderón opinó que aún falta que la Secretaría de Educación Pública (SEP) presente los manuales para los filtros sanitarios, que las autoridades estatales se comprometan a que van a solucionar caso por caso y que van a tener sobre todo la apertura en los lugares donde más se necesita como zonas marginadas, alejadas o rezagadas.
En el mismo tenor, Marco Fernández, académico del Tecnológico de Monterrey e investigador de México Evalúa, palomeó el que haya un punto intermedio en la reapertura, entre el atender el desafío de política educativa y el de salud.
Esto, explicó, considerando los diversos entornos de las familias mexicanas, al señalar que existen alumnos que se quedan solos en casa porque padres y tutores deben trabajar; o los que no tienen herramientas digitales para continuar con su estudio.