Un grupo armado que opera en la zona de Chilapa, en la montaña baja de Guerrero, presentó ayer a una veintena de niños de entre 6 y 16 años de edad como nuevos integrantes de su organización.
Los menores de edad participaron en un desfile por la carretera Alcozacán-Hueycatenango portando escopetas y rifles de bajo calibre y con el rostro cubierto con paliacates.
La presentación de los menores como integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Pueblos Fundadores (CRAC-PF) se da luego de que el grupo armado conocido como "Los Ardillos" matara el viernes pasado a 10 personas -ayudantes de un grupo musical- de la comunidad de Alcozacán.
Bernardino Sánchez, coordinador de la CRAC-PF, dijo que 9 menores que tienen entre 15 y 16 años ya están capacitados para disparar.
Explicó que los otros 10, que tienen entre 6 y 13 años, se les va a adiestrar para que protejan a su comunidad, a sus familias y a ellos mismos.
El líder de este grupo armado afirmó que a estos 19 niños se les está preparando para que sean los próximos policías comunitarios.
"A los que estamos preparando (a los niños) es también para que cuiden a sus hermanitos cuando vayan al campo", dijo Sánchez.
"Si en estos momentos hay un enfrentamiento a balazos con los delincuentes, los que participaríamos seríamos nosotros, los niños no".
Según Sánchez, la CRAC-PF cuenta con 800 integrantes distribuidos en 16 comunidades indígenas nahuas de los municipios de Chilapa y José Joaquín Herrera, en la Montaña Baja de Guerrero.
Los pobladores de esas comunidades llevan siete días con un bloqueo en la carretera Chilapa-Hueycantenango para exigir la detención de "Los Ardillos". Cinco de las personas asesinadas el viernes en Alcozacán fueron desmembradas y las otras cinco calcinadas.