Cada dos segundos una persona huye de su hogar por conflictos y persecución, y de más de 45 millones de refugiados y/o expatriados en el mundo, casi la mitad son desplazados internos, desarraigados dentro de sus propios países.
En el marco del Día Mundial del Refugiado, que se conmemora cada 20 de junio, el gobierno de México refirió que poco más de 70 millones de personas en el mundo han tenido que huir de sus hogares y de ellos 25.9 millones son menores de 18 años.
Tan solo en México, según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), en 2018 hubo 17 mil solicitudes de refugio, de las cuales cuatro mil 249 correspondieron a ciudadanos venezolanos, luego de Honduras con siete mil 484 peticiones.
La semana pasada se conmemoraron los 80 años del exilio español en México, y tan solo de 1939 a 1940 llegaron al país ocho mil 278 refugiados españoles a través de Veracruz, Nuevo Laredo, Coatzacoalcos y Tampico.
El 4 de diciembre de 2000, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió que el 20 de junio se conmemorara a quienes se encuentran en esta situación, fecha que coincidió con los 50 años de la Convención del organismo internacional.
Ante el aumento significativo en el mundo de personas solicitantes de refugio en septiembre de 2016, la Asamblea General de la ONU aceptó la declaración de Nueva York.
La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y el Protocolo de 1967 son los instrumentos fundamentales del derecho internacional de los refugiados.
En noviembre de 2018, en el marco de la 73 Asamblea General de la ONU, los Estados integrantes adoptaron el Pacto Mundial, el cual reconoce la contribución de las personas refugiadas y promueve el fortalecimiento de la solidaridad internacional y la responsabilidad compartida.
Para el Instituto Nacional de Migración (INM), una persona refugiada es alguien que se ve obligado a dejar su nación y su lugar porque considera que su vida, seguridad o libertad está en riesgo.