México ha readecuado su estrategia para situarse a la vanguardia de los cambios que se han dado en el sector turístico propiciados por la pandemia del coronavirus, un proceso dirigido a la diversificación del producto para hacer más llamativa la oferta al nuevo perfil de turista.
El secretario de Turismo, Miguel Torruco, compartió las líneas de esa estrategia, con motivo de su participación en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) que se celebra estos días en la capital española.
La pandemia de Covid-19 ha cambiado las formas de hacer turismo, y “ya podemos hablar de un comportamiento en búsqueda de las corrientes turísticas, de un cambio general inclusive a la hora de llevar a cabo las políticas de cada estado”, señaló Torruco.
“Desde antes de la pandemia nosotros lo habíamos visto, no era posible que el 92.5% del total del turismo internacional se concentrara en solo seis plazas de vocación turística, entre ellas Cancún, Ciudad de México, Los Cabos, Puerto Vallarta o Monterrey”, explicó.
El plan de diversificación tiene su oferta estrella en el Tren Maya, “un ejemplo de diversificación del producto turístico”, que va a beneficiar a cinco estados de la República mexicana –Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Chiapas – en el que el turista “va a poder ver 190 atractivos de alto impacto, en un tren moderno, no contaminador y eléctrico”.
El Tren Maya sigue, según Torruco, la política marcada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, de hacer del turismo un elemento de reconciliación social con la población local.
“Habrá otras estaciones para que la población llegue a sus lugares de trabajo sin tanta pérdida de tiempo. La política turística va ahora más enfocada a la población local”, externó.
El secretario de Turismo rechazó las denuncias de intrusión de este proyecto en la población indígena local y habló de “respeto a la población”, y de “un consenso de que lo que se requiere es generar empleo y desarrollar más el país. Las controversias han sido más de índole