El presidente Andrés Manuel López Obrador se mostró este jueves por primera vez abierto a cambios en su polémica reforma eléctrica, pero con la condición de mantener su "esencia", como la rectoría del Estado del sector y la nacionalización del litio.
“Sí (se aceptan ajustes), siempre y cuando se mantenga la esencia de la iniciativa. ¿Cuál es la esencia de la iniciativa? De que la industria eléctrica sea una industria estratégica propiedad de la nación, de todos los mexicanos", respondió a pregunta expresa en su rueda de prensa diaria.
La controversia ha arreciado desde finales de septiembre, cuando López Obrador envió al Congreso su reforma eléctrica, que de aprobarse garantizaría en la Constitución que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa del Estado, controle un mínimo de 54 % de la generación eléctrica.
Aunque algunos partidos de oposición ya anunciaron su voto en contra, otros han pedido un diálogo, como el opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI).
A diferencia de iniciativas anteriores, el presidente ahora se ha mostrado abierto a cambios en el Congreso, donde su alianza de partidos perdió la mayoría calificada de dos tercios en las elecciones intermedias del 6 de junio.
Aun así reafirmó su propuesta de "que la generación, la distribución de la energía eléctrica, no tenga propósitos de lucro".
"Si eso se sostiene, la rectoría del Estado en el manejo de la industria eléctrica, adelante (con los cambios)", manifestó.
El presidente rechazó que México perderá 44.000 millones de dólares por indemnizaciones, como calculó esta semana la Cámara Internacional de Comercio de México (ICC, en inglés).
“Nosotros lo que queremos es que ya no sigan robando, tan sencillo como eso, y dicen que se va a ir la inversión, (pero) no se van", comentó.