El país atraviesa por una violencia normalizada contra la mujer, y ésta se vive a través de piropos groseros u ofensivos de tipo sexual hacia mujeres o agresiones por redes sociales con los mismos fines, que pueden derivar en feminicidios, alertó Regina Tamés, directora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).
"Hablando puntualmente de la que viven las mujeres, es tan amplia como una violencia emocional, económica, física, que, por supuesto, en un inicio podría parecer irrelevante y la gente menospreciarla o incluso tolerarla y pensar que es parte de la cultura y normalizarla", dijo en entrevista tras los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI.
"Pero realmente esas conductas dan cuenta de cómo las mujeres de todas las edades han pensado que es parte de la convivencia en una sociedad mixta de hombres y mujeres, y lo que vemos es que las políticas del Estado siempre están encaminadas a pensar que las soluciones tienen que ver con cómo atacar el feminicidio y que haya más cárcel para los que generan este tipo de delitos o para la violencia sexual, cuando en realidad, no hay una cultura de la prevención", alertó Tamés.
La experta advirtió que las conductas de acoso o agresión encaminadas a lo sexual contra las mujeres ocurren en cualquier estrato social o lugar donde en otros momentos era impensable que sucediera, como una plaza comercial o la iglesia.
"Antes se pensaba que esto ocurría en los espacios privados y ahora es tan alarmante que se han pasado a los espacios públicos, la encuesta está ahí, es la percepción de la gente, y si se decide ignorarlo seguiremos viendo crecer los números de este tipo de fenómenos espantosos como el feminicidio, porque no están atendiéndose las causas y estas agresiones que son tan cotidianas".
La ENSU, realizada por el INEGI, revela que en un semestre 19.4 por ciento de la población fue víctima de un delito sexual o acoso en zonas urbanas.
La ENSU señala que durante el segundo semestre de 2019, se estima que 19.4% de las personas de 18 años y más en zonas urbanas fue víctima de al menos un tipo de acoso personal y/o violencia sexual en lugares públicos.