Los menores de edad son los más vulnerables del delito de Trata de Personas, de acuerdo con los reportes recibidos el primer semestre de 2021 en la Línea y Chat Nacional Contra la Trata de Personas (LNCTP), a cargo del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia.
Entre enero y junio recibieron 887 reportes, a través de la Línea contra la Trata 800 5533 000, informó el presidente del organismo, Salvador Guerrero Chiprés.
Del total, 41.1 por ciento correspondió a casos de menores; en segundo, con 28.4 por ciento, a personas de entre 18 y 30 años; de 31 a 50 fue el 9.5 por ciento y 6.3 en el caso de personas adultas mayores, entre otros.
Las redes sociales son una de las estrategias cuyo uso aumentó para enganchar a menores de edad y adultos, refirió Guerrero Chiprés.
Hubo siete reportes que señalan a los videojuegos como forma de atraer a menores, generan confianza con perfiles y fotos falsas para que salgan de sus hogares.
Otros buscan que les envíen fotos o videos de índole sexual para distribuirlos y venderlos en redes sociales o páginas de internet. Las posibles víctimas reportadas están entre los nueve y 12 años.
Mariana Ruenes, fundadora de la asociación civil Sintrata, dijo que en México, 85 por ciento de las víctimas identificadas son mujeres y niñas, de acuerdo con el último reporte de la ONUDD de 2020.
Durante la presentación del impacto de una campaña para que conductores de Uber reporten situaciones sospechosas de trata, mediante la aplicación, que, a su vez, lleguen a la LNCTP, refirió que una de cada tres víctimas es menor de edad.
En el primer semestre de 2021, el enganche de víctimas más recurrente fue ofrecer empleo, con 44 por ciento, y el de aprovechamiento de una vulnerabilidad (por primera vez reportado), con 38 refiere el informe del Consejo Ciudadano.
Ambas formas desplazaron a un tercer sitio al enamoramiento, que era el principal antes de la pandemia.
Sin embargo, el principal fin es la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual de los tratantes, la laboral fue de 26 por ciento.
Uno de los casos reportados fue el de un hombre que aceptó un trabajo de ensamblador por mil 700 pesos semanales, de 6:00 a 16:00 horas, sin presentar documentos y sin firmar contratos. Solo les pagaban mil y el resto lo retenían para una supuesta bolsa de ahorro que usaban para amenazarlos con no dárselas si renunciaban, no tenían protección. Quienes sufrían accidentes eran despedidos sin liquidación ni servicio médico.