La Policía francesa despejó este fin de semana las orillas del río Sena en el centro de París debido a que las personas no estaban respetando las reglas de distanciamiento social impuestas por la pandemia de COVID-19.
Se pidió a cientos de personas que abandonaran la zona, popular para pasear y hacer picnics en los días soleados, y los agentes de Policía cerraron las riberas del Río.
"No se están respetando las reglas de distanciamiento social", gritó la Policía a través de un megáfono.
La Policía ha estado despejando el área con regularidad durante las últimas semanas a medida que un clima más cálido lleva a la gente a aprovechar la luz del sol antes de que comience el toque de queda de las 18:00 horas a las 6:00 del día siguiente.
El viernes, la Policía de París prohibió el consumo de alcohol en la orilla del río y pidió a la gente que limitara sus reuniones.
El Gobierno se ha resistido a reimponer un confinamiento en la capital y sus alrededores a pesar del aumento de los casos de coronavirus y del creciente número de pacientes en las unidades de cuidados intensivos de la capital.
Este sábado, el país reportó 23 mil 306 nuevos contagios de COVID-19, un poco menos que los 23 mil 507 del viernes. Hubo 170 nuevas muertes, elevando el total a 88 mil 444.
El jueves, el Primer Ministro Jean Castex se comprometió a acelerar el lanzamiento de la vacuna, incluso los fines de semana, en dos docenas de zonas de alto riesgo para evitar nuevas restricciones tras las críticas por el lento progreso de la vacunación en el país.
"Este sábado, a las 17h30, se han vacunado 220 mil franceses, más del doble que el sábado pasado. Continuamos mañana", dijo en Twitter el Ministro de Salud, Oliver Veran.
Hasta el sábado, 3.5 millones de personas han recibido la primera dosis de la vacuna en Francia.