El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó este lunes las matanzas registradas en los últimos días en el estado nigeriano de Zamfara, donde hombres armados sin identificar mataron a más de 200 personas, y exigió que se haga justicia.
"El secretario general insta a las autoridades nigerianas a no escatimar ningún esfuerzo para llevar a los responsables de estos crímenes atroces ante la Justicia", dijo su portavoz, Stéphane Dujarric, durante su conferencia de prensa diaria.
La ONU, además, reiteró su solidaridad con el gobierno y el pueblo nigeriano en su lucha "contra el terrorismo, el extremismo violento y el crimen organizado".
Según varias fuentes, grupos de hombres armados invadieron la semana pasada varias localidades del estado de Zamfara, en el noroeste de Nigeria, matando a unos dos centenares de personas y obligando a huir a más de 10.000.
El presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, condenó las matanzas "contra personas inocentes" y las describió como "un acto de desesperación por parte de los asesinos, ahora bajo la implacable presión de nuestras fuerzas militares".
Buhari dijo que los criminales deben saber: "No vamos a interrumpir nuestras operaciones militares", en un comunicado emitido a última hora del sábado.
Varios estados del centro y noroeste del Nigeria sufren ataques mortales incesantes por parte de bandidos y una ola de secuestros masivos con el objetivo de obtener lucrativos rescates.
Estos ataques han continuado a pesar de las reiteradas promesas del presidente de Nigeria de acabar con ese problema y del despliegue de más fuerzas de seguridad en la zona.
A esa inseguridad en el noroeste de Nigeria se suma la producida desde 2019 en el noreste por el grupo yihadista Boko Haram y su grupo escindido, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP, por sus siglas inglés).