Las autoridades de Austin, Texas, advirtieron a la población el sábado que la situación de la Covid-19 de la ciudad se había vuelto desesperada, ya que un aumento en los casos impulsados por la variante Delta inundó hospitales mientras que los funcionarios de la ciudad no pudieron emitir mandatos para el uso del cubrebocas y aplicación de vacunas por orden de el gobernador del estado, Greg Abbott.
De acuerdo con el diario The New York Times, las autoridades de Austin enviaron una alerta a la población por medio de mensajes de texto, llamadas telefónica, correos electrónicos, redes sociales y otros canales el sábado pasado, donde se leía: “La situación de la Covid-19 en Austin es terrible. Las instalaciones sanitarias están abiertas, pero los recursos son limitados debido al aumento de casos“.
Bryce Bencivengo, portavoz de la Oficina de Seguridad Nacional y Manejo de Emergencias de la ciudad, dijo que el viernes había sido uno de los peores días para los hospitales de Austin desde que comenzó la pandemia. Más de 100 nuevos pacientes con Covid-19 fueron admitidos ese día, dijo, y las unidades de terapia intensiva estaban cerca del límite de su capacidad, y los pacientes contagiados ocupaban más de 180 camas, 102 de esos pacientes tenían ventiladores.
“Estamos en un solo dígito de camas disponibles en terapia intensiva”, dijo Bencivengo, y agregó que los pacientes en las salas de emergencia se veían obligados a esperar a que se abriera un espacio.
El alcalde de Austin, Steve Adler, dijo en una entrevista el sábado que la crisis podría haberse evitado si Abbott no hubiera prohibido a los funcionarios del gobierno local emitir mandatos sobre el uso del cubrebocas. Dijo que las autoridades de la ciudad querían evitar demandar gobernador, pero que “en última instancia, tendremos que hacer lo que sea necesario para luchar por la seguridad de nuestra comunidad”.
“Nuestros hospitales están agotados”, dijo. Alison Alter, miembro del Concejo Municipal, fue más directa. “El gobernador está impidiendo que la ciudad mantenga seguros a niños y adultos”, dijo en una entrevista. “Va a tener muchas muertes en sus manos aquí. Es una cuestión de vida o muerte para nuestra comunidad ”.
Una orden ejecutiva que Abbott emitió en mayo evita que los condados, ciudades, autoridades de salud pública y funcionarios del gobierno local requieran que las personas usen cubrebocas, y advierte que los infractores podrían recibir una multa de mil dólares. Abbott firmó una orden ejecutiva de mayor alcance el 29 de julio que prohíbe tanto los mandatos de mascarillas como los de vacunación, y prohíbe que las agencias públicas y cualquier entidad privada que acepte fondos públicos, incluidas subvenciones y préstamos, requieran prueba de vacunación.
En un comunicado el viernes, tres hospitales del área de Austin dijeron que la gran mayoría de los pacientes de Covid-19 que estaban admitiendo no estaban vacunados o estaban parcialmente vacunados.
“Instamos a la comunidad a vacunarse para protegerse a sí mismos y a sus seres queridos, y para reducir la carga de nuestros trabajadores de primera línea que han estado luchando contra este virus durante el último año y medio”, dijo el comunicado, emitido por Ascension Seton, Baylor. Scott & White Health y St. David’s HealthCare.
Las hospitalizaciones en Austin están en aumento, alcanzando niveles vistos por última vez antes de que las vacunas estuvieran ampliamente disponibles, según una base de datos del New York Times. El condado de Travis, donde se encuentra Austin, informó más de 3 mil 400 casos activos de coronavirus el viernes, incluidas 467 nuevas infecciones. Su promedio diario de casos nuevos aumentó un 189% durante las últimas dos semanas.
Decenas de condados del estado han informado que el número de casos se ha duplicado en dos semanas, y algunos están experimentando aumentos aún mayores que en Austin. El condado de Bexar, donde se encuentra San Antonio, ha visto su promedio diario dispararse más del 300%, a casi mil 500 casos.
Con el 76% de la población más vulnerable del estado, los mayores de 65 años, completamente vacunados, las muertes han aumentado mucho más lentamente. Pero algunos de los condados que experimentan grandes aumentos repentinos se encuentran por detrás del promedio general de vacunación del estado del 44%. Algunos condados caen por debajo del 30%.