Si eres una persona de las que piensan que los cenotes son exclusivos de la península de Yucatán, déjanos decirte que estás muy equivocado.
En el estado de Veracruz, existe un destino paradisiaco enclavado entre la región selvática de Los Tuxtlas y el Golfo de México. Se trata de Playa Ermitas, el cual cuenta con un pequeño pero espectacular cenote a pie de playa.
Este rinconcito, ubicado en una bahía al sur de aquella entidad, en el pueblo Costa de Oro, perteneciente al municipio de San Andrés de Tuxtla, reúne sol, arena, mar, cuevas de lava volcánica y una gran dosis de aventura.
Por si fuera poco, la confluencia de los ríos Papaloapan y Coatzacoalcos hacen de esta región un especio biodiverso, cubierto de selva y bañado por cascadas como la de El Tucán y lagunas como la de Catemaco.
Cerca de ahí se encuentra el apagado volcán San Martín, el responsable de haber creado el atractivo principal de este destino playero. ¿La razón? Entre la costa de arena dorada y aguas cristalinas con diversos tonos de azul hay piedras volcánicas que dotan de personalidad al destino.
Precisamente, una de esas formaciones que se secaron hace cientos de años es una especie de “muelle” natural que resguarda uno de los secretos mejor guardados de todo Veracruz: un espacio conformado por tres cuevas subterráneas y paredes de lava solidificada, donde una de ellas parece un pequeño cenote.
Aquí, las y los visitantes pueden meterse a nadar a la piscina natural que se ilumina con los rayos del Sol, entre paredes de oscura piedra volcánica.
Para llegar al pozo, de aproximadamente 3 metros de ancho por 5 metro de largo, es necesario nadar por debajo de las rocas. Una vez ahí hay dos opciones: darse un refrescante chapuzón o saltar desde las plataformas naturales de hasta 10 metros de altura, aptas para los más valientes.
Otras de las actividades que ofrece Playa Ermitas son los paseos en Kayak y en lancha; acampar; y hacer esnórquel aprovechando la transparencia del agua y la diversidad de peces.