Lanzada en 1955 y escrita por el autor jaliscience Juan Rulfo, la novela “Pedro Páramo” representa una de las obras más notables de la literatura latinoamericana.
Si te consideras un fanático de esta publicación o acabas de ver su reciente adaptación cinematográfica en Netflix, seguramente te dieron ganas de visitar Comala, aquel pintoresco Pueblo Mágico ubicado en el estado de Colima donde se desarrolla esta historia.
Y es que a pesar de que Rulfo afirmó en una ocasión que “su Comala” no existía en la vida real, este rinconcito continúa llamando la atención tanto de lectores como de turistas debido a la coincidencia de compartir el mismo nombre, además de ofrecer experiencias y atractivos que bien merecen la pena. Conócelo a continuación.
¿Cómo llego a Comala?
Este Pueblo Mágico se asienta en una exuberante región debido al paso de varios ríos y arroyos, esto en medio del Valle de Tecomán y en una zona montañosa que tiene como principal custodio al volcán de Colima o volcán de Fuego.
Comala, el “Pueblo Blanco de América”
Aunque en “Pedro Páramo”, Rulfo plasmó a Comala como un lugar desolado y habitado por muertos, la realidad es que el mismo se encuentra lleno de vida, con jardines y altas palmeras, plantaciones de café e incluso el paso de hasta 7 ríos.
De hecho, ha recibido el apodo del “Pueblo Blanco de América” gracias a sus casonas blancas de estilo colonial, con techumbres de teja roja en calles y callejones empedrados, adornados con bugambilias y una gran variedad de flores.
Atracciones
En el centro histórico de Comala, los visitantes podrán encontrar un bonito kiosco forjado en Alemania, además de la iglesia de San Miguel Arcángel del Espíritu Santo que data del siglo XIX; los portales del palacio municipal; y la estatua de Juan Rulfo, en tamaño real, ubicada en una banca de metal.
A tan sólo 5 minutos en auto de la plaza principal se localiza la Exhacienda Nogueras, una antigua productora de azúcar y caña durante el siglo XVIII, que hoy día alberga el Museo Alejandro Rangel Hidalgo, donde se exhiben piezas arqueológicas y demás artesanías locales de estilo “rangeliano”.
Gastronomía
Otro punto a destacar de Comala es su deliciosa gastronomía, destacando platillos como los sopitos (sopes pequeños de carne molida); el tatemado (con carne de cerdo, especies y chile seco); y las tazas de café cultivado en las faldas del volcán.
