Siempre hemos oído, y creído, que sentarse recto es lo más aconsejable para la salud de nuestra espalda, pero resulta que no existe evidencia científica alguna que lo avale. Algunos estudios apuntan que se trata de un consejo cuestionable.
Afirman también que al cabo de un tiempo, la mayoría de las personas abandona de una forma u otra la posición erguida, y señalan las ventajas de las posiciones que nuestro cuerpo adopta espontáneamente cuando está sentado.
De acuerdo con Martín E. Barra López, profesor Asociado del Departamento de Fisioterapia de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de Catalunya (UIC), hay investigaciones que señalan que los individuos que se sientan de forma intuitiva, sin seguir una norma prefijada, aguantan más en sedestación y refieren menos dolores.
En su opinión, y a pesar de las incontables recomendaciones sobre sentarse erguido y los múltiples intentos por diseñar sillas ergonómicas, de las que dice no han logrado un éxito rotundo, la gran mayoría de las personas son incapaces de mantener esa posición.
El especialista añade que hay quienes relacionan los dolores de espalda con forzar una postura recta.
Lo mismo cabe afirmar respecto a nuestras rodillas, pies, codos o muñecas.
Por ello, si se siguen al pie de la letra las instrucciones de la única postura recomendada como saludable y no nos movemos con frecuencia, al cabo de unas horas de trabajo notaremos sobrecarga.