Una “nueva variante” del SARS-CoV-2 que se está propagando con gran rapidez ha sido identificada en el Reino Unido, así lo anunció a principios de esta semana el ministro británico de Sanidad, Matt Hancock.
En una declaración ante la Cámara de los Comunes, Hancock aseguró que en las últimas horas científicos británicos han detectado lo que podría ser una nueva variante del coronavirus, la cual estaría directamente asociada con la propagación más rápida de la enfermedad en el sur de Inglaterra.
Durante su comparecencia, el ministro anunció que, tanto en Londres, como en las zonas de los condados de Essex (este de Inglaterra) y Hertfordshire (al norte de la capital inglesa), pasarán al nivel máximo de restricciones, es decir, que a partir de esta semana todos los bares y restaurantes deberán cerrar en su totalidad, únicamente ofreciendo sus servicios para entregas a domicilio. Además, no podrá haber ningún tipo de reunión social bajo techo y sólo se permitirán encuentros entre gente de diferentes hogares al exterior con un máximo de seis personas.
Asimismo, Hancock añadió que, por ahora, no existe ninguna prueba de que la variante tenga efectos más nocivos sobre la salud de los enfermos, y consideró “muy improbable” que las vacunas desarrolladas contra el COVID-19 pierdan efectividad ante la nueva cepa.
Hasta el momento, se han identificado más de mil casos relacionados con esta nueva variante, especialmente en el sur de Inglaterra, por lo que las autoridades británicas ya han notificado esta situación a la Organización Mundial de la Salud (OMS).