Si este año tienes el anhelo común de ser mejor persona, frenar la ola de negatividad que pueda rodearte, una manera de comenzar es cultivar la compasión, plantea la maestra budista de la meditación, Guen Kelsang Shima.
Sólo hay que voltear a ver un elemento tan cercano como poderoso, la mente, agrega.
"Si reaccionamos con enfado ante las tragedias, de alguna manera cooperamos a esta 'ola de negatividad' y eso tendrá un impacto en nuestra vida personal, en nuestras relaciones familiares, sociales y profesionales”.
"Si, en cambio, desarrollamos la capacidad de estimar a los demás y empatizar con ellos, es decir, de entender que experimentan dolor, frustración, deseos no satisfechos y que, debido a la confusión, muchas personas cometemos acciones perjudiciales, consideraremos este sufrimiento insoportable y desearemos liberar a los demás del sufrimiento".
Al entrenar la mente es posible desarrollar esa empatía y preocupación por los demás, comenta la maestra residente del Centro de Meditación Kadampa de Monterrey.
Shima, describe a la compasión cómo un corazón de oro que hace que el ser humano se esfuerce por superar malos hábitos, realizar buenas acciones y evitar dañar a los demás. "Lo cual afectará positivamente nuestras relaciones con nuestros seres queridos, seremos más eficientes en nuestro trabajo y nos sentiremos mucho más cerca de los demás", afirma.