La piel de naranja es aquello que muchas personas conocen como celulitis. La piel, sobre todo la de piernas, glúteos, brazos y hasta abdomen se vuelve irregular y aparecen hoyuelos en su superficie.
De acuerdo con diversos estudios, más de 90% de las mujeres tiene, tuvo o va a sufrir de piel de naranja, independientemente de su estilo de vida y constitución física.
¿Cómo combatirla?
Desafortunadamente, hoy en día ningún tratamiento a base de cremas está avalado por la ciencia para acabar por completo con este problema, aunque algunos pueden ser de gran ayuda. La buena noticia es que los tratamientos especializados para combatir la piel de naranja pueden complementarse con los siguientes remedios caseros:
Aceite de canela
La canela posee efectos antiinflamatorios, estimula la circulación de la sangre y es antioxidante, antidiabética y antimicrobiana. Antes de su aplicación, asegúrate de no ser alérgica a esta especia.
Para preparar el aceite necesitarás 10 varitas de canela y una taza de aceite de oliva extra virgen. En un frasco de vidrio coloca la canela, después agrega el aceite hasta cubrir las rajas, ciérralo y guárdalo en un lugar fresco. Luego de dos semanas, agítalo y cuela la preparación. Aplícala sobre la piel limpia, colocando de forma generosa donde quieras reducir la piel de naranja mientras realizas masajes circulares y ascendentes. Lo ideal es repetir este procedimiento al menos tres veces por semana.
Té de canela con jengibre
Para prepararlo necesitarás 5 varitas de canela, 2 trozos de jengibre, 2 cucharadas de hojas de té verde y un litro de agua. Hierve la canela y el jengibre durante tres minutos, añade el té verde y deja infusionar durante cinco minutos. Una vez listo, lo puedes ingerir de inmediato o a lo largo del día.
Cambia tu estilo de vida
Aunque no te quitará del todo la piel de naranja, cambiar tu estilo de vida y modificar algunos hábitos sí te ayudarán a reducirla. Lo recomendable es eliminar de tu dieta diaria el azúcar, refrescos, carbohidratos simples, harinas blancas, pan, arroz, grasas saturadas y exceso de sal. Aunado a esto, intenta hacer un poco de ejercicio y, tras unos meses, notarás la diferencia.