Cuando estamos exfoliando la piel, normalmente tenemos una sensación de frescura, limpieza y suavidad que queremos repetir más seguido para mantener nuestro cutis así de perfecto –y qué decir de la luminosidad que deja– pero, si has caído en este error, detente un momento a leer el artículo, pues no es bueno excederte con este paso de belleza.
Evelyn Cornejo, quien es Ingeniera Química y autora de su libro de skincare, nos dice ahora mismo cómo saber si estás sobre exfoliando tu piel y qué hacer al respecto para evitar daños inmediatos o a futuro. Créenos, ¡ir despacio será tu mejor opción!
¿Por qué no deberíamos exfoliar la piel tan seguido?
La exfoliación mecánica y especialmente la química, se ha vuelto muy popular en los últimos años por los resultados rápidos y efectivos que ofrece.
Sin embargo, no debes abusar de su uso con la idea de potenciar los resultados (y menos sin supervisión de un dermatólogo), ya que la barrera de la piel es muy delgada y podemos afectarla hasta causar alguno de los siguientes problemas que te vamos a mencionar.
Señales que indican que estás sobre exfoliando tu piel
Desde piel con efecto “aceitoso” hasta irritación en distintos niveles, esto es lo que Evelyn, la autora del libro “Cómo Diseñar tu Rutina de Skincare”, revela que debemos poner atención, ya que es indicio de un cutis sobre exfoliado:
• Piel brillosa o “rechinante” que no tiene un brillo de hidratación, sino más como de una bola de boliche pulida y lijada
• Cutis más graso de lo normal, pues la piel sobre exfoliada se deshidrata y cuando esto pasa, produce más aceites para intentar compensar/detener la pérdida excesiva de agua
• Productos que normalmente no te daban problema, ahora te están irritando
• Piel enrojecida
• Cutis con irritación, ardor o picazón
¿Qué hacer si te has exfoliado de más?
Si presentas alguno de los síntomas anteriores, es momento de ajustar tu rutina de belleza:
“Cuando la piel está sobre exfoliada, lo ideal es simplificar tu rutina a los pasos esenciales por un tiempo: limpiador gentil, crema y protector solar. Nada de sérums, a menos que sean para fortalecer la barrera cutánea y, sobre todo, nada de exfoliantes hasta que tu piel regrese a la normalidad.
Busca cremas o sueros que tengan mezclas de ceramidas, ácidos grasos y colesterol”, indica Evelyn.