El huevo es uno de los alimentos más consumidos en todo el mundo, ya que es rico en proteínas, vitaminas y minerales. Cifras oficiales del gobierno federal indican que México es el mayor consumidor de huevo a nivel mundial, con un promedio de 23 kilogramos de ingesta por habitante. Asimismo, la Unión Nacional de Avicultores (UNA), destaca que nuestro país produce 99.9% del huevo que requiere el mercado nacional y tan solo el año pasado se produjeron 2 millones 580 mil toneladas de este alimento de origen animal.
En el mercado existen diferentes tipos de producción de huevo, sin embargo, las industrias y comercios de nuestro país cada vez están más comprometidos en implementar procesos que cumplan con el promedio de rendimiento y que, a su vez, sean justos con las gallinas, tal es el caso de los huevos libres de jaula.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) reguló el término “huevos libres de jaula”, lo que significa que las gallinas que pusieron los huevos no viven enjauladas, es decir, pueden caminar y volar libremente por un edificio, habitación o área cerrada, a diferencia de la producción de huevo tradicional, donde las gallinas cuentan con un espacio de 30 x 21 cm para moverse.
Otra gran ventaja de este sistema alternativo de avicultura es que las aves tienen acceso ilimitado a alimentos frescos y agua durante su ciclo de producción. Además, el espacio libre permite que las gallinas tengan acceso a nidos, percha y baños de tierra, comportamientos naturales de esta especie.
Por otro lado, las granjas que adoptan la técnica de huevos libres de jaula descubrieron que los huevos tienen mejores patrones de calidad y se registran índices más elevados de producción, mientras que las gallinas tienden a mejorar su sistema inmunológico por lo que no es necesario administrar antibióticos en gran cantidad, reducen el estrés, viven más tiempo y más felices.
En México tenemos una gran área de oportunidad para mejorar los hábitos de producción y consumo de huevo. Por un lado, los productores tienen la responsabilidad de investigar e innovar en los procesos de obtención del producto, mientras que como consumidores podemos optar por comprar marcas que garanticen el huevo libre de jaula como parte de su producción base.