¿Sake fuera de Japón?, ¿ginebra mexicana?, ¿ron oaxaqueño? La bandera local ha destituido el glamour de antaño a lo importado. Gracias a la era del intercambio cultural global apoyar al comercio cercano con inspiraciones internacionales es pan de cada día.
De acuerdo con la National Restaurant Association, en Estados Unidos, desde 2019, la tendencia número uno en bebidas alcohólicas son los espirituosos artesanales de producción local. Y México no se ha quedado atrás, cada vez son más las bebidas nacionales con una propuesta diferenciada; para muestra, este trío:
Bruja de Agua, ginebra mexicano o alquimia en las rocas
Hoja santa, cacao, toronjil, canela, hoja de aguacate, cardamomo, romero y pimienta son algunos de los acentos de sabor que destacan en Bruja de Agua, espirituoso hecho con maíz criollo de San Juan Chamula, Chiapas.
El gin tradicional se hace con granos y una mezcla de botánicos donde destaca el enebro. México posee una gran diversidad botánica, siempre presente en la medicina ancestral. Retomando esa inspiración, Bruja de Agua se elabora con bayas de enebro y más de 30 plantas.
Este destilado encierra un espíritu místico mexicano y lleva cinco años en el mercado. Su elaboración se basa en cosechas libres de agroquímicos.
En su catálogo podrás encontrar cuatro etiquetas; en cada una predomina una planta y una especia, por ejemplo: Acento 01, con hoja santa y cacao. Pruébalo en las rocas o en un gin & tonic.
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Nami, sake culichi con espíritu japonés
Del mismísimo Culiacán, Sinaloa, para el mundo, de la pasión por la cultura japonesa y las ganas de tener un primer sake hecho en México, nació Nami. Este fermentado de arroz no está delimitado por una denominación de origen, por lo que puede elaborarse en cualquier lugar.
Lo cierto es que el equipo de Nami hizo un viaje inmersivo a Japón para aprender las técnicas de su producción con un toji (o maestro del sake). La marca se configuró desde 2013, pero la primera botella vendida fue hasta 2016.
Su nombre significa ola de mar en japonés y su elaboración retoma el método tradicional del País del Sol Naciente. La variedad de arroz (pueden usarse más de 70) y el grado de pulimento del grano definen sus cualidades y categoría.
Esta marca mexicana utiliza únicamente arroz yamada-nishiki y ofrece sake junmai, junmai ginjo y junmai daiginjo. Por sus notas y su baja graduación alcohólica -entre 14 y 17 grados-, estos sakes son ideales para acompañar cebiches, ostras, pescados crudos y ahumados. Se sugiere beberlos fríos y en copa de cristal.
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Paranubes, ron oaxaqueño o aguardiente de caña
Después del mezcal, el destilado más arraigado en Oaxaca es el aguardiente de caña o ron agrícola. Los curanderos lo utilizan como "cura espantos". Paranubes nace en la zona mazateca de Oaxaca, en colindancia con Veracruz, donde sembrar caña es común.
Cada familia tiene su propio trapiche (molino) para hacer azúcar y algunas también lo destilan. José Luis Carrera y su familia, habitantes de Rancho Carrera, en San José Tenango, han cosechado y destilado caña por tres generaciones.
Ellos son los artífices de este ron con notas de piña, aceituna y sal de mar, que toma su nombre de las montañas entre el bosque nuboso. Para su elaboración se utilizas cañas cultivadas de forma orgánica. Su jugo se fermenta entre 24 y 48 horas con levaduras nativas y cáscara de mezquite.
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