Últimamente, el internet se ha inundado con videos de mujeres rasurandose la cara con una cuchilla. A esta técnica se le llama dermaplaning y consiste en eliminar el vello facial con una pequeña navaja. Como efecto secundario, la cuchilla ayuda a eliminar el exceso de células muertas (sí, como un exfoliante mecánico) para revelar una textura y un tono mucho más regular.
¿Por qué hacerlo? ¿Cuáles son los beneficios?
La razón principal para apostar por el dermaplaning es si tiene vello facial que te molesta o incomoda. Ya que los beneficios de la exfoliación los puedes conseguir a través de exfoliantes químicos que son mucho más suaves y gentiles con la piel. Otro beneficio del dermaplaning es que ayuda a que el maquillaje se pueda adherir a la piel sin generar textura ni irregularidades (casi como si fuera un filtro de Instagram ).
¿Cuáles son las posibles problemáticas?
Si se hace de forma profesional y precisa, el dermaplaning no debería de generar problemas; con la única excepción de que tengas una piel muy (muy, muy, muy) sensible o tengas heridas abiertas y/o brotes de acné activos ; en serio, evita al máximo lastimar más tu piel y acelerar el esparcimiento de bacterias.
¿Lo puedo hacer en casa?
NO. Las verdaderas problemáticas aparecen cuando no lo haces de forma profesional / decides que mejor lo haces sola en casa, ya que puedes generar heridas y cicatrices que pueden convertirse en manchas. Aparte de que lo mejor es hacerlo con una persona especializada que sepa bien qué áreas de tu cara necesitan dermaplaning y qué áreas no lo necesitan.
¿Cada cuánto se tiene que hacer?
Generalmente, se tiene que hacer cada cuatro o seis semanas (esto depende de la velocidad de crecimiento de tu vello) para mantener el acabado luminoso y los beneficios de la técnica. Recuerda: es ESENCIAL que lo hagas en un lugar profesional que se especialice en la técnica y en cuidar tu piel.