Más allá de un asunto estético, aprender cómo cuidar la piel seca es una cuestión de salud cutánea. Sea una condición genética, el resultado de una serie de hábitos o producto del ambiente, cierto es que darle su debida importancia resulta clave para acertar con una rutina de cuidado totalmente especializada.
¡Te damos las reglas para procurarla como se merece!
1. Limpia con delicadeza
Este paso es uno de los más importantes y beneficiosos para cualquier tipo de cutis. Y, para la tez seca, se vuelve un obligado para remover las múltiples impurezas como las células muertas que se acumulan a causa de la resequedad.
Desde luego, la elección de los productos adecuados es fundamental. Aquí lo importante es elegir fórmulas cremosas, en formato gel, crema o aceite, las cuales eliminen los residuos de forma suave, sin dañar la barrera cutánea. También piensa en elegir aquellos productos adicionados con ceramidas, mantecas, glicerina o ácido hialurónico. ¡Serán excelentes opciones para limpiar tu carita sin dañarla!
2. Hidratantes intensivos: ¡un must!
Cuando se trata de cuidar la piel seca, las fórmulas hidratantes no son un tema a discusión. De hecho, estructurar una rutina completa que contemple desde el momento de limpieza, hasta el paso de humectación per se, e incluso algunos extras como el maquillaje, puede hacer una rotunda diferencia para el cutis.
Para ello, lo ideal es consultar con tu dermatólogo de confianza cuáles son las mejores fórmulas e ingredientes para ti, porque, aunque no lo creas, no todas las pieles secas se originan por las mismas causas. Y es que así como algunas son cuestión de genética, hay condiciones que realmente son producto de la edad, una serie de hábitos personales y/o nuestro estilo de vida.
¿Los productos que sí o sí debes tener en tu cosmetiquera? Sin duda son un buen sérum nutritivo, cremas humectantes cargadas de aceites, minerales y vitaminas para el rostro, cuerpo y pelo (sí, el cuero cabelludo también cuenta); contorno de ojos y un buen bálsamo labial. Eso sí, siempre asegurándote que se trate de fórmulas de ingredientes emolientes no comedogénicos, preferentemente libres de fragancias y/o alcohol.
3. Siempre usa protector solar
Independientemente de tu tipo de piel, el bloqueador es un obligado dentro de toda rutina de skincare. Por un lado, previene los estragos ocasionados por los rayos UV directos tales como las manchas oscuras, las líneas de expresión prematuras y, desde luego, las enfermedades cutáneas severas.
Mientras que, específicamente para las pieles secas, no sólo se trata de una capa extra de humectación; también es una excelente forma de prevenir la deshidratación cutánea a consecuencia del sol, la cual provoca resequedad extrema y descamación.
Así que no lo descartes y asegúrate de incluir en tu rutina una fórmula nutritiva, idealmente con factor SPF 50 tanto para el rostro como para el cuerpo y recuerda reaplicarlo cada 3 o 5 horas, dependiendo del nivel de actividad o tiempo de exposición al sol.
4. Súper sí a los tratamientos especializados y mascarillas
Ya sea para nutrir y humectar profundamente una vez por semana o bien, reparar y reacondicionar la piel una o dos veces al mes tras el daño severo. Indudablemente, las mascarillas y tratamientos intensivos son una maravilla para combatir la resequedad intensa.
Por ello, siempre es bueno tener a la mano una selección de confianza que conste tanto en fórmulas de uso simple (naturales y profesionales) como las mascarillas en tela o bálsamo; las cuales puedas utilizar fácilmente desde casa.
Por otro lado, los tratamientos especializados impartidos por un especialista, también son clave para restaurar la condición de la piel de manera más rápida y profesional.
5. Sé gentil con tu piel
La manera en la tratas tu rostro importa, ¡y mucho! Tanto para limpiarlo y humectarlo así como para maquillarlo, recuerda manipularlo con delicadeza, sin jalarlo, estrujarlo o frotarlo demasiado. Y es que, aunque no lo parezca, la aplicación de productos inadecuada puede repercutir en el estado de la piel seca, exacerbando su condición.
Por ello, cuando se sufre de resequedad cutánea, lo mejor es mantener movimientos delicados y, en dado caso de requerirlos, emplear herramientas beauty adecuadas como esponjas y toallas suaves que no irriten la piel.
6. Toma más agua
Una correcta hidratación interna puede hacer toda la diferencia. De hecho, éste aspecto impacta más de lo que crees, pues de nada sirven todos los esfuerzos por una humectación externa poderosa, si no se toma suficiente agua.
De acuerdo con expertos, lo ideal es tomar entre 2 y 3 litros de agua por día, dependiendo de tu condición corporal y estilo de vida. De esta manera, mantendrás tus niveles de hidratación en estado óptimo.
7. Lleva una dieta balanceada
Ya en otras ocasiones hemos hablado de la importancia de la alimentación para la tez y el cabello. Y cuando se trata de mejorar la condición de la piel seca, ésta cobra gran relevancia a través de los nutrientes que aporta.
¿El secreto? Incluir alimentos ricos en vitaminas, minerales, proteínas, antioxidantes y grasas saludables. De esta manera contribuyes a través de tu alimentación, permitiendo que el cutis se mantenga bien nutrido, hidratado y reluciente.
Fuente: glamour.mx