Comer rico y sano en las fiestas de Navidad y Fin de Año es posible. Con un poco de creatividad, organización e información se pueden planificar platos con ingredientes que sustituyan a las harinas refinadas, la sal o el azúcar, por ejemplo.
En estas fiestas las celebraciones serán pequeñas, ya que por la pandemia del coronavirus la recomendación es que no haya grandes reuniones, pero eso no quita que el festejo se realice sin pensar en cada uno de los detalles y que la buena comida no falte.
El pan dulce no tiene por qué tener sí o sí harina refinada, el turrón no tiene que tener obligatoriamente azúcar, los canapés pueden servirse en platos o bandejas individuales para que sea más seguro y, además, pueden ser armadas con vegetales o alimentos más sanos que los acostumbrados embutidos o snacks.
La cocinera Fiorella Passaro dijo a El País que, por ejemplo, en un bocadillo se puede sustituir todo lo que es harina por vegetales: se pueden hacer bastones de zanahoria, apio, de zucchini rebozados en polenta y cocidos al horno, tomates cherrys frescos o en conserva, bastones de polenta, etc. “Es ideal incluir, además, dos o tres variedades de quesos, para que haya algo de lácteos”, señaló.
A la hora de elegir salsas para acompañar la picada, se puede jugar con la creatividad y las opciones serán muchas: el hummus, por ejemplo, puede hacerse a base de variedad de ingredientes, como garbanzos, remolacha o lentejas.
Al estar presentes los quesos en la mesa, la cocinera añadió que una buena compañía pueden ser las frutas o las mermeladas: “Van muy bien las frutillas, duraznos y arándanos frescos. Se puede hacer tal vez una mermelada sin azúcar o poner chocolate amargo fundido con algún alcohol y potenciar los distintos tipos de quesos”.
Passaro recomienda armar bocadillos individuales para que cada integrante de la familia coma lo suyo “y nos cuidemos entre todos”.
Respecto a lo dulce, tal vez es un poco más difícil transformarlas en opciones sanas, añadió Passaro, ya que en el mercado los productos sin azúcar son caros. Pero siempre se puede cocinar y una buena opción son las tartas de frutas que incluso se pueden hacer sin azúcar agregada.
Hay atajos para transformar los clásicos alimentos que se consumen en las fiestas –típicos del invierno– en preparaciones más saludables. El famoso turrón, por ejemplo, se puede elaborar con mantequilla de maní, avena, frutos secos y chocolate amargo.
La cocinera sostuvo que es bueno hacer los postres uno mismo: “Hay que tener en cuenta que, claramente, estaríamos incorporando muchas calorías, por lo que la porción debería ser menor; además, siempre estos productos nos llenan con un pedacito. Se pueden hacer galletas sin azúcar, sin gluten y hasta veganas, por ejemplo”.