Más de 60 por ciento de las personas han presentado alguna dificultad emocional relacionada con el miedo al contagio, la pérdida de algún ser querido, los efectos del distanciamiento social y la oleada de desempleo tras la pandemia de Covid-19.
Aunado a estos padecimientos psicológicos, el confinamiento social, obligó a las personas a quedarse en el lugar donde recibían violencia doméstica sin tener acceso a personas del exterior que pudieran detectar los signos de abuso.
De acuerdo con el reporte de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en nueve estados del país se concentran más de 65% de los homicidios, tales como Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Chihuahua, Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Nuevo León, Sonora.
Uno de los casos que ha quedado impune y que sucedió durante la pandemia, fue el feminicidio de Araceli, la profesora que fue reportada cómo desaparecida el 15 de julio de 2021 y un mes después encontrada sin vida; en el Barrio Cuarto de San Bartolo Morelos.
Hecho que dejó al descubierto el supuesto abuso sexual de los tres hijos de la profesora, además de dar a conocer con anterioridad ser victima de violencia física y psicológica por su pareja.
Asimismo la desaparición de Luis Fernando Martínez Hernández ocurrió después de discutir con su esposa en el municipio de Jiquipilco y que a su vez este joven cuidaba a sus papás mientras padecían la enfermedad de Covid-19.
Otro caso ocurrió en la entidad, fue la desaparición de Ana Karen, al salir de su trabajo el 10 de octubre 2020 en San Mateo Atenco para dirigirse al municipio de Zinacantepec en compañía de su pareja, que tras una discusión la abandonó en la calzada al pacifico y a más de siete meses las autoridades estatales no han dado con su paradero.