El pasado 17 de marzo se cumplieron 10 años desde que la Legislatura mexiquense tipificó el asesinato de mujeres por motivos de género como feminicidio, incorporándolo al Código Penal estatal, siendo una de las primeras entidades en hacerlo y logrando visibilizar esta problemática, sin embargo, de 2011 a la fecha poco se ha logrado para frenar este delito.
Desde la tipificación de este delito pasaron cuatro años para que el Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres acordara por unanimidad implementar la declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra las mujeres, para el Estado de México, en once municipios: Chalco, Chimalhuacán, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec de Morelos, Ixtapaluca, Naucalpan de Juárez, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla de Baz, Toluca, Tultitlán y Valle de Chalco.
Sin embargo, las acciones encaminadas a combatir el feminicidio han sido letra muerta en materia de prevención para su erradicación, pues tan sólo entre enero y octubre de 2021 se han iniciado 118 investigaciones por asesinatos de mujeres por motivos de género.
A nivel nacional, el Estado de México ocupa el primer lugar en materia de feminicidio con 118 casos y una tasa de 1.22 asesinatos de mujeres por cada 100 mil habitantes, seguido por Veracruz, Jalisco, Ciudad de México y Nuevo León.
Uno de los miles de casos
Alondra “N”, de 17 años, es una de las muestras claras de la ineficacia de las acciones gubernamentales para erradicar el feminicidio.
La joven regresaba de un partido de softbol en Naucalpan cuando llegó a la capital mexiquense y abordó un taxi en el exterior de la terminal de autobuses.
Como era su costumbre informó a un amigo y a sus familiares que se encontraba camino a casa, sin embargo, su amigo recibió el último mensaje que mandaría: “Le dio por otro lado diferente, pero ya voy”, escribió por WhatsApp.
Al percatarse del retraso de la menor, sus familiares iniciaron su búsqueda de forma inmediata, acudieron a la Fiscalía General del Estado de México donde les fue entregada una Alerta Odisea, la cual fue distribuida por redes sociales para su localización.
La búsqueda duró sólo un par de horas, pues su cuerpo con huellas de violencia fue localizado en un camino de terracería en la comunidad de San Diego de los Padres, en el municipio de Toluca.
“No es normal vivir con miedo, miedo de salir a la calle, miedo de caminar solas, miedo de tomar un taxi, miedo a vivir. Hoy Alondra ya no siente miedo”, escribieron grupos feministas por redes sociales.
Alondra se convirtió en víctima de feminicidio, es uno de los 118 casos que registra la Fiscalía mexiquense, sin embargo, también es víctima de la negligencia de las autoridades en su labor de brindar seguridad y evitar la comisión de ilícitos en la entidad, los cuales son cada vez más violentos.
Y es que en el Estado de México, las mujeres, en su mayoría, son víctimas de asesinatos con mayor violencia física, pues en el 72.88% de los casos se presentaron armas diversas para cometer el crimen, mientras el 16% de los casos fueron asesinadas con arma blanca y sólo en el 11% se utilizaron armas de fuego.
Violencia marca la vida de mujeres
El feminicidio es la expresión más cruda de la violencia contra la mujer, sin embargo, no es la única expresión de la violencia de género que se ha registrado en la entidad.
De enero a octubre se presentaron 3 mil 435 denuncias de abuso sexual, es decir, 11.3 denuncias diarias por este delito.
En su mayoría se registran en mujeres mayores de 18 años, y se encuentran relacionadas con el entorno inmediato de la víctima, es decir, amigos, familiares, compañeros de trabajo o escuela, lo que se vuelve una constante en otras variables de la violencia contra la mujer en la entidad.
Por otro lado, en el mismo lapso se han registrado mil 194 casos de acoso sexual, lo que representó 3.92 denuncias diariamente.
Este tipo de denuncias tomó fuerza desde 2019, cuando comenzaron a registrarse protestas por parte de grupos feministas, lo que derivó una mayor exposición en redes sociales para este tipo de casos que se registraban principalmente en planteles educativos, lo que derivó finalmente en denuncias penales para los agresores.
Violación, el delito brutal contra la mujer
Han pasado más de dos años de que la pesadilla de María “N” comenzó. Regresaba de trabajar de la ciudad de Toluca hacia Tenango del Valle. Debido a la hora en que regresaba decidió tomar un taxi colectivo, ya que es más rápido y se registran menos asaltos que en los camiones que recorren la vía Toluca-Tenango.
Todo parecía normal durante el primer tramo del recorrido, sin embargo, al cruzar San Antonio la Isla sólo quedaron el chofer y un pasajero en la parte posterior del automóvil, mientras ella viajaba en el asiento del copiloto.
María recuerda haber pasado la zona militar, momento en el que sintió un cable que le cortaba la respiración mientras el asiento en el que se encontraba era recostado hacia atrás.
Inútilmente intentó retirar el cable que la asfixiaba, pero inmediatamente sintió un golpe en el estómago que le sacó el aire. Los sujetos la golpearon en varias ocasiones hasta que perdió el conocimiento, los golpes y el trauma de ese hecho borraron su memoria sobre las horas siguientes.
María recobró la consciencia horas mas tarde, el cuerpo le dolía de una forma brutal, sangraba, tenía frío y apenas alcanzaba a respirar; se encontraba desnuda en medio de un campo con el pasto alto.
Para su fortuna una persona pasó caminando en las inmediaciones y alcanzó a escuchar los sollozos y balbuceos que alcanzaba a emitir, lo que probablemente le salvó la vida, pues tardó más de dos meses en sanar sus heridas, pues aparentemente sus agresores la dieron por muerta tras golpearla hasta cansarse.
Para María las heridas más profundas no fueron físicas, sino psicológicas, hasta ahora no ha podido recuperarse del trauma de dicho ataque, lo recuerda y llora. Confiesa que en ocasiones hubiera preferido no sobrevivir, pues ahora no puede ni salir a la puerta de su casa sin sentir un miedo terrible: su vida nunca volverá a ser la misma.
El caso de María no ocurrió durante el 2021, sin embargo, la Fiscalía del Estado de México recibe en promedio 7.5 denuncias diarias por violación equiparada y simple, siendo la entidad con el mayor número de casos a nivel nacional.
En México se denunciaron 52 mil 167 delitos sexuales de enero a septiembre del 2021, un récord que parece haberse disparado debido a las condiciones de aislamiento social y se estima que es uno de los delitos con mayor “cifra negra” en el país, pues de acuerdo con estimaciones del INEGI se llegan a denunciar uno de cada 10 casos.
En este sentido, el Sistema Nacional de Seguridad Pública reportó hasta septiembre un promedio de 58 denuncias diarias por violación, casi un 30% más que el año anterior.
De acuerdo con especialistas, este fenómeno se ha acrecentado debido a que los principales agresores de mujeres en México se encuentran en el entorno familiar: padres, esposos, hermanos, tíos y primos son los principales acusados de violación en el país.
La problemática sobre la violación en la entidad se ha exacerbado, pues diariamente se denuncia una violación cada 3.2 horas, mientras que a nivel nacional se presentan 2.4 denuncias de violación cada hora.