¡Lo cambia todo! Científicos proponen un nuevo árbol evolutivo de aves
A través de un estudio, publicado en la revista Nature, los autores explican que estudiaron el ADN de 363 especímenes
A través de un estudio, publicado en la revista Nature, los autores explican que estudiaron el ADN de 363 especímenes
El coordinador de Posgrados de este espacio académico, Juan Carlos González Pérez, explicó que existe un índice muy alto en los tratamientos endodónticos. Por ello, este espacio permitirá hacer tratamientos más precisos y mejor asistidos.
La investigadora creó un cultivo en el municipio de Temascaltepec, en la Zona de Valles Altos, que cuenta con condiciones como una altura de 2100 metros sobre el nivel del mar, con lluvia y humedad relativamente altas, las cuales permiten un cultivo adecuado de este grano.
Para Sánchez Nava el reconocimiento obtenido no sólo validó su dedicación al proyecto, sino que también destaca el potencial impacto positivo que puede tener en el campo de la rehabilitación médica a corto plazo.
De igual manera, el desarrollo científico de las y los investigadores auriverdes está a la altura de las aspiraciones institucionales y su labor se ve ratificada por la incorporación al Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII).
El laboratorio se encuentra en el Pabellón de las Fuentes, que iba a ser demolido para construir un edificio de cinco pisos.
El enfoque principal de este proyecto radica en contribuir a la reducción de emisiones de óxidos de azufre (SOx) perjudiciales para la atmósfera.
Baca Tavira compara el visado H.2A y el programa PTAT y los relaciona con regiones migratorias, las cuales reconocen que hay territorios, entidades, municipios o pueblos que por su historia, se ven impactados en sus dinámicas cotidianas por la migración.
Cristales de la llamada Humboldtina yacían en una colección geológica sin haber sido registrados. Así permanecieron durante décadas.
En una investigación, un equipo integrado por científicos de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia, el Departamento de Neurocirugía del Instituto Neurológico Barrow y la Universidad Estatal de Ohio, ha confirmado que cuando un aroma pasa por la nariz, el cerebro codifica en qué fosa nasal entra