Empleados de varios negocios del Centro Histórico se presentan todas las mañanas con la esperanza de ver reanudadas sus actividades, pese a que las cortinas aún permanecen cerradas.
"Me han estado pagando casi igual, entonces, vengo a ver si este día vamos a hacer inventario, sanitización, si se va a atender algún pedido, pero a veces ni siquiera llega la dueña", comentó Miriam Quiroz, empleada de una tienda de vajillas y productos para el hogar.
Afuera de las tiendas de textiles, ubicadas en la antigua Merced, en El Salvador y Uruguay, seis o más trabajadores permanecen de pie durante todo el día.
"Como habían dicho que el lunes 1 de junio se reabría, la mayor parte de los trabajadores viene a ver si ya, pero parece que sigue la epidemia y será hasta el 15 de junio, dicen ¿no?", comentó Elías López, encargado de una tienda textil.
En las tiendas de textiles fueron colocados letreros en los que ofrecen tela para cubrebocas: "Si vienen a recoger, hay que traerlo de adentro, por eso hay trabajadores", mencionó Elías.
En Talavera, el callejón de las estéticas, Vania explicó que, a pesar de que el negocio donde labora está cerrado, a todas las empleadas les pagan la mitad de sus salarios, y un poco más si ese día, conforme a la rotación que acordaron, les toca entregar mercancía pedida vía telefónica por sus clientes.
Tras diez semanas de haber bajado las cortinas de sus locales, las pérdidas son incalculables, afirmó José Luis Santiago, representante de la Asociación Calle de las Novias y Ceremonias. Por ello, y atendiendo las disposiciones sanitarias, emprenden acciones conjuntas para estar preparados y remontar, en la medida de lo posible, las pérdidas: "Estamos haciendo compras en conjunto para que la gente esté segura: tapetes, mascarillas, guantes... Queremos que la gente se sienta segura cuando nos visite", comentó.
Eso sí, no permitirán la entrada de ninguna persona que no porte cubrebocas: "La entrada será controlada y no permitiremos a más de dos acompañantes. Cuando lleguen los clientes les vamos a tomar la temperatura, especialmente a las novias y quinceañeras. Los trabajadores que van a probar los vestidos, lo harán con guantes, careta y cubrebocas", detalló el comerciante.
Luego, las prendas utilizadas serán sanitizadas con soluciones especiales y se plancharán con vapor para garantizar que no alberguen nada que ponga en riesgo a nuevos clientes o a los trabajadores. A la fecha, tres tiendas de vestidos de novia se vieron obligadas a cerrar definitivamente.