Tras el anuncio de un dispositivo especial de la policía local ante la contingencia del COVID-19, la ex diputada local, Rebeca Peralta, señaló que el 17% de los agentes de la corporación deben ser protegidos y no estar expuestos en la vía pública, ya que podrían desarrollar casos graves en caso de contraer COVID-19, pues padecen hipertensión y diabetes.
La ex legisladora recordó que la Organización Mundial de la Salud explicó que cualquier persona puede ser portadora de coronavirus, pero quienes padecen afecciones médicas preexistentes y crónicas corren mayor riesgo y son más susceptibles al virus.
"Me parece pertinente analizar estos casos. 10% de los policías padecen hipertensión y 7% diabetes. Ellos están toda su jornada en contacto con la ciudadanía, con el ambiente; están en riesgo mayor y creo que es necesario cuidarlos. Sí, son policías y nos protegen, pero su vida es primero", refirió.
Abundó en que el gobierno local publicó en la Gaceta Oficial que los trabajadores de la administración pública podrán faltar a sus centros de trabajo si presentan síntomas de la enfermedad, son hipertensos, padecen diabetes o tienen hijos cuyos centros educativos hayan sido cerrados. Sin embargo, esta decisión no incluye a los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, pues ellos deberán tener la autorización de sus mandos, es decir, dependen de la decisión de otra persona.
"No podemos dejar nuestra salud y vida a expensas de un patrón. Es necesario que se les dé libertad absoluta para que ellos puedan tomar las medidas necesarias y correspondientes a su estado actual de salud, de lo contrario podemos lamentarlo posteriormente", sostuvo.
La semana pasada, mediante una circular, el Secretario de Seguridad Ciudadana ordenó trabajar desde casa a policías embarazadas, mayores de 60 años y con enfermedades cardiovasculares, oncológicas o respiratorias.