De acuerdo con datos de la Secretaría de Movilidad (Semovi), 68 por ciento de las unidades de transporte público son microbuses que contaminan.
De las 24 mil 562 unidades que transportan pasajeros en todas las rutas de la Ciudad, 16 mil 636 son microbuses que aún no se sustituyen por modelos más recientes.
Estimaciones de expertos calculan que en una sustitución de 2 a 1 se necesitan por lo menos 30 mil millones de pesos para la adquisición de 8 mil 318 autobuses diésel que sustituirían a los micros, por su alta capacidad.
Sin embargo, Víctor Alvarado, gerente de Movilidad del Poder del Consumidor, señala que no sólo se trata de la sustitución, pues también se deben impulsar esquemas personalizados para contar con sistemas estructurados que tengan una programación establecida, como paradas y horarios.
"Con esto se elimina el problema de que los conductores se peleen por el pasaje, es decir, no sólo se trata de sustituir las unidades que generan emisiones, que de hecho reducirlas es un compromiso", agregó el experto.
El experto añadió que, por otro lado, de los 5 mil 508 autobuses que existen, todavía no hay calidad en el servicio.
"Aún no se logra un sistema integrado, por ejemplo el corredor Tlalpan, en donde se compactaron tres rutas que hoy tienen una sola concesión, pero no tienen horarios, por lo que mandan autobuses casi al mismo tiempo, y al no estar sincronizados, el usuario puede estar esperando un autobús durante 15 minutos.
"Esto no pasa con el Metrobús, que ya tiene un sistema integrado eficiente", añadió Alvarado.
El total de autobuses que hay perteneces a las 22 empresas que se conformaron de 2010 a 2018.
Para el politólogo Roberto Remes, es más importante que se sustituyan estas unidades que, por ejemplo, trabajar la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) o los trolebús.
"La transformación del transporte público no es nada más comprar buses y trolebuses. RTP tiene un rol marginal igual que transportes eléctricos. Mejorarlos le pega al 3 por ciento de los viajes.
"Tienes a millones de usuarios usando servicios concesionados, tienes a una Secretaría de Movilidad que no negocia mejoras con ellos, pero anuncian proyectos de relumbrón que sólo pegan al 3 por ciento", aseguró Remes.
La Semovi asegura que ya trabaja en bases de datos relativas al transporte de pasajeros, además de transparentar los fondos de la sustitución, por lo que el paso siguiente, según los expertos, es el cambio de la flotilla y apostar por mejores esquemas, para reducir tiempos y dar certidumbre en los viajes.