Las nuevas medidas anunciadas por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, para contener el incremento de contagios de COVID-19 son parciales y afectan a un sector señalado como sin sustento, consideraron empresarios del ramo restaurantero, de bares y antros: "Nos preocupa y nos extraña, y no compartimos la decisión. No sólo nos parece injusto, sino, además, muy poco fundamentada, y muy cargada hacia reprimir a un solo sector", señaló Helking Aguilar, de la Asociación Mexicana de Bares, Discotecas y Centros Nocturnos.
El empresario señaló que la inversión promedio de los bares que buscaron convertirse para ofrecer servicio de alimentos y poder operar fue de 250 mil pesos en adaptación de mobiliario, compra de cocinas y equipos; inversión que ahora se perderá en caso de que no puedan operar durante los 15 días previstos por la administración de Sheinbaum.
"Vamos para atrás, y por lo visto somos el único sector vulnerable. Tal pareciera que el sector fuera el culpable del repunte de los contagios, siendo que sólo 40 espacios pudieron optar por esa conversión. No son ni la mitad de las fiestas clandestinas que pudieron haber en toda la semana", denunció Aguilar.
Del mismo modo, el empresario Jaime Valencia señaló que el Gobierno local mantuvo una vigilancia estricta en ciertos puntos como la Zona Rosa, en la colonia Juárez, mientras que se mantuvo laxa en otros, como las chelerías o fiestas clandestinas: "El Invea está verificando las mismas zonas todo el tiempo, sin embargo, hay lugares y zonas que no son verificadas, donde se cierra más tarde y no se tienen las 41 medidas exigidas. Estamos preocupados. Vienen aguinaldos y nosotros no hemos llegado al punto de equilibrio. La venta se ha caído otro 20%. ¿Cómo vamos a pagar aguinaldos?", indicó.