La falta de lluvias y las condiciones de sequía facilitaron las tolvaneras que el domingo provocaron concentraciones de partículas menores de 10 micrómetros (PM10) de hasta 617 microgramos por metro cúbico, explicó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
"Se sumó la temporada de estiaje, la condición anormalmente seca y la existencia de amplias áreas con polvo o tierra suelta, lo cual originó tolvaneras y nubes de polvo que cubrieron varias zonas de la Ciudad México y los estados de México, Guanajuato, Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Tlaxcala", indicó el coordinador del SMN, Jorge Zavala.
Las tolvaneras dispersaron polvo y material particulado por todo el Valle de México, expuso el Centro de Ciencia de la Atmósfera de la UNAM este martes.
"Los datos apuntaron valores mayores a 500 microgramos por metro cúbico del Índice AIRE Y SALUD, sustituto del anterior IMECA, lo que superó por mucho el límite correspondiente a la categoría ´Extremadamente mala calidad del aire", apuntó el CCA.
A pesar de los elevados niveles respirados durante cinco horas, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) explicó que se abstuvo de declarar contingencia, porque la contaminación se mantuvo dentro de la norma que distribuye las concentraciones en 24 horas.
Por ser polvo, las PM10 no dañan sensiblemente la salud de las personas al ser retenidas en su mayor parte en la nariz, comentó el investigador del Laboratorio de Especiación Química de Aerosoles Orgánicos Atmosféricos del CCA, Omar Amador Muñoz. "Por su composición son hidrosolubles por lo cual no son bioacumulables, es decir, se solubilizan en el cuerpo y luego se excretan, no se bioacumulan como los hidrocarburos y no penetran al sistema respiratorio", precisó el experto.