Según lo señalado por Santiago Porcayo, una persona de la tercera edad, aseguró que los espacios destinados a personas con alguna discapacidad no cuentan con la infraestructura necesaria, lo que dificulta que transiten y ocupen esos espacios.
Las personas en condición de discapacidad deben tener la posibilidad de entender un espacio, integrarse en él y contar con las condiciones operativas necesarias para desarrollarse dentro y fuera del mismo.
Los asistentes además plantearon hacer que el lenguaje de señas sea una materia escolar obligatoria, habilitar mecanismos para que personas con discapacidad tengan una oportunidad laboral, y pidieron etiquetar presupuesto para atender requerimientos específicos.
Las personas mayores también padecen la falta de esos productos, que incluyen sillas de ruedas, audífonos o aplicaciones que facilitan la comunicación, entre otros. Las agencias para la salud y para la infancia instan a financiar y priorizar el acceso a estos suministros.
Está enfermedad se le manifestó hace 24 años, lo que le provocó depresión y que tuviera que endeudarse para realizarse una serie de estudios, pues no pensaba que su ceguera fuera irreversible.
Don Martín Valenzuela asegura que tiene que transitar por el arrollo vehicular debido a la falta de rampas para subir a las banquetas, algunas de ellas obstruidas por arena, lo que pone en riesgo su vida.
El resultado ofrece a los usuarios la posibilidad de una mayor autonomía en su entorno, trabajo y hogar.
La medallista paralímpica Daniela Velasco recalcó que este día es para reflexionar: “Que la discapacidad es una característica más de las personas, que todos somos diferentes, porque no existe un ser humano estándar; y que todos somos capaces de hacer lo que nos propongamos en lo que podamos tener éxito”.
