Previo al 8 de marzo, diferentes colectivos realizaron movilizaciones en municipios como Xonacatlàn y Toluca.
Con paliacates morados, blancos y bajo la consigna de ¨Vivas las queremos¨, el colectivo Mujeres entre Cebollas, caminaron sobre la carretera Toluca-Naucalpan, el contingente fue acompañado de la familia de la Doctora Jessica Sevilla, quien desapareció el 4 de agosto cuando se dirigía en su automóvil a su centro de trabajo en Xonacatlán, un día después su cadáver fue localizado en un paraje de Huixquilucan.
En su recorrido, el grito de ¨El estado opresor es un macho violador¨ hizo eco en los poblados de la periferia de Xonacatlàn.
¨Las mujeres que asesinaste, no morirán¨, también se replicó en cada rincón en este caso el contingente llego al centro de dicho municipio.
En tanto en Toluca, integrantes del colectivo Bicionarias se reunieron en el monumento al Águila en Paseo Colón, con la finalidad de celebrar ocho años de rodar en las calles de la ciudad, pero además para impulsar el uso de la bicicleta entre las mujeres.
¨Desde pequeñas el patriarcado nos ha inculcado miedo a la independencia y miedo a la libertad, y crecemos con él, sin embargo, si nos volvemos presas de nuestros miedos nunca haríamos nada¨, señalo Patricia Luna, coordinadora de Bicionarias.
Actualmente de cada 10 ciclistas urbanos, uno es mujer de ahí que este tipo de rodadas tienen también como finalidad luchar por más derechos para un libre tránsito.
¨Tenemos que salir a exigir nuestros derechos, nuestro derecho a ser respetada en la calle y en todos los espacios en los que nos desenvolvemos”.
El acoso sexual, es el principal delito al que se enfrentan las mujeres que suelen utilizar la bicicleta como medio de transporte:
¨Nosotras como mujeres ciclistas, no solo nos enfrentamos a la inseguridad, a los accidentes y a todas estas cuestiones que nos ponen en riesgo, nos exponemos al acoso callejero y por eso mismo impulsamos políticas públicas que lo castiguen y que nos permitan rodar y ser respetadas en la calle que también es nuestra¨.
Al menos en la capital mexiquense 10 de cada 10 mujeres que usan la bicicleta han sido victimas de acoso sexual en la calle: “Hemos sufrido algún tipo de acoso, desde silbidos, miradas, palabras e incluso algunas hemos sido tocadas en el espacio público por andar en bici¨.