Ubicado a un costado de la Alameda del Centro Histórico de Toluca, en el lugar que ocupara durante más de 200 años el edificio de “La Harinera”, o Molino de la Unión, se construyó un complejo de usos mixtos con 154 departamentos en tres torres, área comercial, cuatro niveles de oficinas corporativas, así como cuatro niveles de estacionamiento que en total ocupan un área de 23,000 metros cuadrados de construcción.
El proyecto se anunció en 2010 por la entonces presidenta municipal de Toluca, María Elena Barrera Tapia, sin embargo, no fue hasta 2014 que inició su fase constructiva, lo que desató polémica desde el inicio, ya que este complejo mixto se sitúa en la zona del río Verdiguel, el cual atraviesa la capital mexiquense de poniente a oriente y por la antigüedad de su bóveda ha provocado diferentes problemáticas derivadas de un desarrollo urbano descontrolado.
Samuel Chávez Stopol, director del Área de Restauración de Paseo Molino, explica que el proyecto se concibió como un atractor de inversión privada para el centro de la capital mexiquense, así como un proyecto para el rescate del Centro Histórico de Toluca, ya que el edificio del Molino de la Unión se encontraba olvidado generando un riesgo urbano, tanto por la falta de mantenimiento del inmueble, como por ser un punto rojo en cuanto delincuencia.
“Paseo Molino realmente es una inversión de un grupo privado que decidió establecerse en Toluca, en el Centro, algo que no se había visto hace más de 30 años en un proyecto de esta magnitud, con tal de rescatar una fábrica antigua que tenía más de 200 años y con aproximadamente 35 años de abandono, que tuvo riesgos de colapso en las fachadas por la falta de mantenimiento”, comentó el arquitecto.
En relación a su construcción se tuvieron diferentes incidentes derivados de la antigüedad del edificio principal, así como del entorno inmediato, como es el caso del río Verdiguel, el cual había registrado mantenimientos aislados y no una fase de reconstrucción por parte de autoridades.
“El río Verdiguel, pasa a un costado de Paseo Molino en dos secciones... La única parte que toca es la Plaza de Acceso (esquina de Aquiles Serdán y Quintana Roo) y es una parte del Verdiguel que quedó en desuso, ya que por el mal estado en que se encuentra la bóveda se hizo una desviación, empieza en la calle de Quintana Roo, da vuelta en la calle de Lerdo y recorre todo Lerdo hasta el Tribunal Superior de Justicia, ahí es donde se vuelve a incorporar a la bóveda original del río Verdiguel”.
La desviación del río fue hecha por autoridades municipales y estatales, y tuvo la finalidad de reforzar el sistema hidráulico de Toluca ante la antigüedad del trazo original, ya que su operación representaba un riesgo a la población, independiente de la construcción del complejo comercial.
Esta obra formó parte de un programa de mejoramiento hidráulico realizado en el sexenio de Eruviel Ávila, con apoyo de autoridades municipales y de la Comisión Nacional del Agua, el cual se encuentra aislado de la construcción original.
“Por seguridad, porque hubo un evento lamentable en el estacionamiento de enfrente. Cuando nosotros diseñamos la plaza de acceso, la calle que transitas caminando, que está hecha de recinto, por debajo tiene una loza que está anclada a nuestro muro de contención, como cuando hacen las presas que no deja pasar ni el agua ni la tierra. Tiene más de un metro 20 de ancho con concreto armado y se desplanta toda la cimentación con través de liga, tanto para la seguridad del complejo, pero también para proteger la bóveda histórica”, explicó Chávez Stopol.
La fase constructiva trajo también trabajos de mitigación, por lo que hubo un proceso de mejora del terreno en las calles de Lerdo y Quintana Roo, donde se registró un reblandecimiento del terreno, por lo que se tuvo que reforzar la zona aledaña para evitar filtraciones por la estructura del suelo toluqueño.
Adicional a estos trabajos, el complejo comercial y habitacional mantiene un monitoreo constante de las condiciones tanto de la bóveda del río Verdiguel, como del nuevo colector, ya que en el sótano del complejo se tienen exclusas de revisión a estos sistemas hidráulicos, principalmente ante la presencia de lluvias atípicas que se registran en la región poniente del valle de Toluca.
Por su parte Mayra Torres, gerente de Mercadotecnia de Paseo Molino, reconoció que se ha registrado desinformación sobre esta plaza, ya que cuentan con los permisos necesarios para su operación y las medidas de seguridad avaladas por las autoridades municipales, estatales y federales.
“La situación que tiene Paseo Molino es un tema mediático cien por ciento, se está intentando mejorar la percepción para informar qué es El Molino, cómo está construido y que beneficios ha traído a la sociedad. Finalmente, nuestras tiendas anclas, que son Cinepolis, Starbucks y SmartFit, como inversionistas tan grandes, no se arriesgarían a tener un proyecto sin beneficios y estamos seguros que este tipo de marcas confían en nosotros, en la seguridad y viabilidad de Paseo Molino”, comentó.