Por mayoría de votos, el cabildo de Naucalpan autorizó la baja de 478 vehículos considerados chatarra para que sean enajenados en subasta pública con el propósito de que lo recaudado sirva para pagar los pasivos por sueldos y salarios del ayuntamiento que, en algunos casos, suman 9 quincenas.
Conforme al acuerdo, promovido por la alcaldesa Patricia Durán, el costo base de la subasta no podrá ser menor al avalúo correspondiente, aunque el cabildo no precisó cuánto se pretende recaudar con el ejercicio.
En contra del acuerdo votaron la tercera síndico, Sandra León; y los regidores Paulina Pérez, Anselmo García Cruz y Pedro Fontaine Martínez.
Durante la discusión, Fontaine Martínez se dijo preocupado porque las áreas de Administración y Tesorería no han tenido un desempeño transparente, por lo que hay desconfianza en que el recurso recaudado se use correctamente, y pidió establecer las medidas para garantizar el pago de hasta las nueve quincenas que se adeudan en algunos casos.
García Cruz advirtió sobre la posibilidad de que el mes que resta a la actual administración sea suficiente para la venta de las unidades; coincidió en que no hay garantías para el pago de nómina porque ya se habían realizado reconducciones presupuestales que nunca derivaron en ahorros ni en el finiquito de los salarios; “tenemos elementos para dudar”, dijo.
La retención de salarios, alertó, es un delito; calificó como irresponsable dejar esta decisión hasta el final de la administración; y acusó que el problema se agravó por la incapacidad para administrar los recursos de la comuna.
La segunda síndico, Abigail Coutiño, pidió garantizar el pago de nómina, transparentar el proceso de subasta, y que se informe a los ediles sobre el resultado de la desincorporación y aplicación de los recursos.
Con la misma finalidad, el ayuntamiento había autorizado, también por mayoría, la desafectación de dos predios para pedir a la Legislatura local autorización para desincorporarlos y subastarlos.
Los cuestionamientos aquella ocasión fueron similares en el sentido de la poca transparencia con que se ha utilizado la hacienda municipal.