Desde hace cinco años los panaderos de Metepec han reinventado las tradicionales hojaldras o pan de muerto.
Este pan ha ido cambiando en su fórmula con el paso de los años, pues le han incluido sabores como naranja, canela o incluso lo han cubierto de azúcar, mantequilla y chantillí.
Sin embargo, para innovar los panaderos mexiquenses ahora le colocan relleno de fresa, zarzamora, queso, chocolate batido y hasta crema pastelera.
Cada pieza se vende entre los 20 y hasta los 100 pesos, dependiendo del tamaño y tipo de relleno
El de pan muerto está considerado de carácter ceremonial, pues se coloca en los altares para honrar la memoria de nuestros seres queridos que regresan del limbo.