Tanech Sánchez, presidente de la Comisión de Vigilancia del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), anticipó que la Cuenta Pública de los Municipios 2018 podría reprobarse en el caso de los ayuntamientos que resultaron mal evaluados en la revisión.
"Una buena cantidad de municipios está en una condición crítica en las revisiones financieras, de obra, de desempeño, en las de sistemas municipales DIF, organismos de Agua… Veo crítico el asunto, los municipios no están bien calificados", refirió.
El diputado morenista indicó que son más de cien los ayuntamientos en los que se detectó una buena cantidad de irregularidades, entre ellas la falta de transparencia en sus finanzas, "sobre todo los municipios más grandes -como Ecatepec, Tlalnepantla, Atizapán- y de la zona metropolitana, aunque también los hay medianos y pequeños".
En contraste, admitió, son pocos los municipios con una calificación aprobatoria.
Por tanto, adelantó que propondrá que el dictamen sobre la calificación de las Cuentas Públicas Municipales se divida en dos partes: la que incluye a las demarcaciones aprobadas, y la que contiene los que desaprueban.
Adicionalmente, dijo, en el dictamen deben señalarse las irregularidades de los municipios.
Éstos planteamientos, según lo manifestó, aún deberán ser evaluados y aceptados por los integrantes de la comisión, quién prevé dictaminar el miércoles próximo para que la decisión pasé a consideración del pleno el jueves.
Por su parte, su correligionaria Azucena Cisneros denunció, durante la sesión de análisis, que no queda duda de que ese año fue para los ayuntamientos mexiquenses el Año de Hidalgo, por las malas condiciones financieras en que se encuentran.
"Hay una serie de omisiones palpables de los municipios y gobierno del Estado que nos pone en estado de alerta y urgencia. En los municipios fue más que evidente que fue el año de Hidalgo. No deja uno de sorprenderse, no me imaginé que estuvieran tan mal", señaló.
También lamentó que el trabajo al seno del OSFEM no se realiza bajo criterios estrictos de revisión, sino bajo cierres de auditoría apresurados en la mayoría de los casos.
Por esta razón, el petista Francisco Solorza urgió a reformar la Ley de Fiscalización, mientras Sánchez Ángeles insistió en la necesidad de concluir la reestructuración del organismo fiscalizador.