Cuando tenía 15 años, Karla comenzó su vida sexual sin saber que tenía que cuidarse. Su novio la había convencido de que la primera vez, no duele, es bonita, es una prueba de amor, y peor, que no se iba a embarazar. Sin embargo, nada de eso se cumplió.
Dos semanas después de perder virginidad, terminó con su novio porque él la celaba mucho, y una semana más tarde, se dio cuenta de que estaba embarazada.
“Sufrí, lloré porque él al principio me dijo que era de otro, de ‘cualquiera’ no me bajó; mis papás igual, estaba perdida y no sabía qué hacer, así que me fui a trabajar como empleada doméstica, pero sólo aguanté seis meses, porque mi panza ya no me dejaba lavar bien, y me cansaba mucho. Mi mamá me ayudó aunque mi papá no me hablaba, fue muy feo”, recuerda la joven, hoy madre de un pequeño de seis años.
A nivel mundial, cada año, 16 millones de adolescentes de entre 15 y 19 años de edad dan a luz. En nueve de cada 10 de esos casos, ya están casadas.
“Me querían casar pero mi exnovio mejor se fue a otro estado, pero a dos de mis amigas que les pasó algo similar, sí las casaron, les vendieron el cuento de que era lo que se tenía que hacer, una ya se separó, a la otra le va bien, pero ya tiene dos hijos más y la veo preocuparse porque el dinero no alcanza”.
En México, las madres adolescentes son parte de un cuadro recurrente, lleno de caminos complicados pues a su corta edad poco saben de la manutención de un hijo, o lo que realmente implica dejar de ser niña para convertirse en mujer.
No solo se trata de la vida que se queda en suspenso, ser madre antes de los 20 años conlleva riesgos a la salud, pues en la mayoría de los casos las adolescentes dejan de crecer, además de que aumentan las posibilidades de desnutrición, mortalidad materna e infantil.
En cuestión social, significa no solo la deserción escolar, sino un 80 por ciento de probabilidades de que, si la madre pertenece a un sector vulnerable (pobreza), heredará a su descendencia ese estatus social.
“Pobre se nace, dicen en mi pueblo, y creo que es verdad aunque podemos cambiar eso. Me ha costado mucho pero ya terminé la prepa, aunque sé que eso es algo que no le pasa a todas. Amo a mi hijo, pero me hubiera gustado esperarme, o qué mis papás me hablaran del condón como algo que ayuda y no como algo de mujeres de cascos ligeros”.
En el Estado de México se tiene un promedio de 40 mil partos al año en menores de 19 años de edad y de ellos casi 800 son menores de 14 años.
La meta nacional en contra del embarazo adolescente es que al año 2030 se haya erradicado el embarazo adolescente en menores de 14 años y disminuir a la mitad los embarazos los casos de 14 a 19 años de edad.