El aumento en el precio de los combustibles trajo como consecuencia que los productos de origen animal, tales como la carne de pollo que subió su precio en un 9.4%, al igual que otros productos, como la leche pasteurizada con un aumento del 8.1% y la carne de res con 7.5%.
Doña Carmen es testigo de este aumento, ya que el dinero que le da su esposo cada quincena ya no le alcanza, dicha situación ha provocado que consuma menos de lo normal: “No, ya no alcanza para nada, ahora llevo menos pollo y carne, que es lo principal que comemos por lo regular. En mi familia somos cuatro y ya sabrá, tenemos que gastar más”.
Para el sector de granos también hubo incremento, puesto que el arroz registró un aumento del 38.1% en su precio, seguido del frijol con 29.6%, pasta para sopa con 15.4%, aceites y grasas con 10.7% y azúcar con 7.9%; asimismo, las tortillas tuvieron un aumento en sus precios entre 0.3% y 5.5%.
“Ya hasta decir: vamos a comer puros frijoles y arroz nos sale caro, subió considerablemente de precio. Es un lujo decir vamos a comer huevo con frijoles”, comenta la señora Carmen.
Finalmente, los mexiquenses esperan que, para mediados de este año, la economía se pueda restablecer.