Los festejos a San Isidro Labrador que incluyeron la quema de pirotecnia y fuegos artificiales les podrían salir caros a los feligreses, toda vez que de acuerdo con datos de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (PROPAEM), se podrían aplicar sanciones económicas que van de los 105 mil al millón y medio de pesos.
Pese a que este martes a las 10:00 de la mañana se debieron haber acatado las recomendaciones de la Secretaría de Medio Ambiente en torno a la contingencia ambiental extraordinaria que se vive en las dos zonas metropolitanas del Valle de Toluca, decenas de iglesia de los municipios de Toluca, Metepec, Mexicaltzingo y Calimaya no lo hicieron y lanzaron cohetes para las festividades del santo patrono de la agricultura, lo que generó que hoy se amaneciera en el Valle de Toluca con 165 IMECAS.
"Sí puede haber sanciones por las emisiones a la atmósfera. Es la primera vez que hay una contingencia en el Valle de Toluca, vamos a hablar con todas las instituciones. No se pueden suspender como tal las festividades religiosas, pero la sí se les puede decir que cesen con la quema de fuegos artificiales", comentó Luis Eduardo Gómez García, procurador del Medio Ambiente del Estado de México (PROPAEM).
Las multas en materia de impacto ambiental van de 105 mil pesos hasta 4 millones de pesos, mientras que en materia de atmósfera de entre 80 mil pesos a un millón 500 mil pesos a partir de la activación de la contingencia.
En entrevista, detalló que, al momento en que se activa la medida ambiental, la PROPAEM instruye un operativo para atender y verificar que las acciones que se recomiendan por parte de la autoridad se lleven a cabo.
"Estamos llevando a cabo operativos por parte de la PROPAEM tanto en el Valle de México como en el Valle de Toluca para efecto de invitar a las empresas que estén llevando a cabo algún efecto productivo que genere contaminación a la atmósfera, que reduzcan las emisiones, que reduzcan su actividad, y en algunos casos, que se pare".
Además de la pirotecnia, las industrias alimentarias, textil y de plásticos, restaurantes que utilizan leña o carbón, son ostensiblemente contaminantes, por lo que deben disminuir y en su caso, frenar, actividades.