En la actualidad, la tierra agrietada da cuenta de los estragos que han dejado las altas temperaturas, particularmente en la Laguna de Ojuelos, donde ya no hay agua. Además, la fauna que albergaba este lugar desapareció, ahora sólo se pueden ver llantas viejas, botellas, ropa y desechos de comida.
Por tanto, vecinos de la zona lamentan las condiciones de este lugar, el cual por años fue referente del municipio de Zinacantepec: “Es muy feo ver así nuestra laguna, que ahora ni gota de agua tiene. Esperemos que llegue la lluvia para que se llene más, no se si existe la posibilidad de que sea lo que antes era”.
Asimismo, comerciantes de la zona refieren que la laguna atraía a visitantes y eso les permitía generar ventas; actualmente, con la laguna seca, no hay quien compre. “Gente que vende comida solía tener buenas ganancias porque aquí venían las personas a hacer sus día de campo e incluso a pescar, ahora ya nada de eso quedó”, señalan.
Así pues, autoridades esperan que con la temporada de lluvias la Laguna de Ojuelos pueda llegar a la mitad de su capacidad y que vuelva a ser como antes.