Su inocencia y las ganas de comer la hacen bailar en un crucero de Toluca, apenas cuenta con tres años y ya tiene que trabajar junto con su hermano, ambos realizan malabares para después pedir unas monedas a cada automovilista que se detiene en el semáforo.
Estos dos menores son parte de la tasa de población infantil que ejerce algún empleo en el Estado de México, la cual repuntó en los últimos dos años, de 6.9 por ciento en el 2017 a 8.8 por ciento para el 2019, lo que significa que este sector de la población no asiste a la escuela.
“Son casi tres millones de niños y niñas entre cinco y 17 años que están realizando un trabajo en las calles de la entidad", comentó Miguel Ángel Bedolla Santos, Catedrático de la Universidad Autónoma del Estado de México.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información, en la entidad mexiquense existen al menos 225 mil niños que realizan algún tipo de actividad económica, ya sea en negocios familiares, limpiando vidrios o vendiendo dulces en las principales avenidas de la ciudad, como Venustiano Carranza, Paseo Tollocan y Pino Suárez.
“Existen dos tipo de trabajo que están entre los niños, los niños que tienen un pago por alguna actividad o porque ayudan en el trabajo familiar, y están los que no reciben ninguna remuneración, tal es el caso de quienes se encuentran en los cruceros".
Cada camellón, jardinero, piedra o botella, son aprovechados por los menores para jugar, mientras el semáforo cambia a rojo, enseguida vuelven a su jornada laboral.
Actualmente, se estima que un 30 por ciento de los menores que trabajan no reciben ingresos o su pago no es monetario, mientras que los que sí obtienen representan un 38.1 por ciento y ascienden a un salario mínimo.
La ley Federal del Trabajo establece que los menores de 14 a 17 años, deben trabajar sólo seis horas al día, sin embargo, en el caso de los niños mexiquenses se estima que tres de cada 10, laboran jornadas de más de 35 horas a la semana.